Es extraño explicar cómo inicio, juegos que a los escasos diez años sonaban simples y burlescos, hoy en día les razonó más mundanos y sombríos.
Bromas que a nuestra corta edad perdían proporción o la ganaban con suma facilidad.
Así cuando fui engaña...
Al minuto la sangre paro de brotar. Lamí cada gota perlada que se me permitió, inclusive pude saborear molécula a molécula el sabor metálico de su sangre. Sangre que podría salvarme la vida si lo necesitará y que justo ahora hace eso.
Suelto tu miembro, susurro en tu oído -Masturbate para mi- te escuché gruñir en protesta y elejaste tucara de la mía. Puse mis manos en tus hombros y los acaricie, olfatee tu nuca el aroma del alcohol el sudor y el tabaco. -anda..- baje mis manos hasta tus codos, los acaricie hice un círculo en ellos. De ahí baje a tus manos acaricie tus muñecas y mis manos envolvieron las tuyas. Las baje a tu miembro y repetí las caricias pero ahora con tus manos, gire sobre de mi un poco y cerré la llave, había vapor en el lugar y daba un toque de fantasía.
Pude bajar mis manos para acariciar tus muslos y te sentí estremecer. -I see the questions in your eyes, I know what's weighing on your mind, You can be sure I know my heart- Cante un poco mientras que mis manos juguetonas buscaban espacio para acariciar tus glúteos, buscar tu entrada entre está agua con empalagoso olor a fresas.
-Khal~..- te escuché gemir y voltee a verte, parecía más un reclamo que un grito de gozo y eso era divertido, así mismo te estremeciste y un líquido viscoso blanco comenzó a flotar en el agua.
La vista fue preciosa arqueaste tu espalda y frunciste el ceño. Hubiera pagado por ver tus ojos en éxtasis pero esto son solo juegos previos. Molestarte es mi principal propósito así que cogí un poco del agua que estaba limpia y la vertí sobre la herida que había infligido en tu cuello. El ardor te hizo quejarte a mismo modo de queja tu gemido de éxtasis fue reemplazado por un quejido -¡Kyle!..- pero inclusive así un par de chorros más de semen salieron de tu miembro aún en eyaculación.
Me reí, te oí rechinar los dientes, esos perlados y perfectos dientes. -Eso es un castigo por divertirte solo....- pude decir apenas molesto en realidad pues todo lo que pudiera ver de él era agradecido. Sin embargo, mi sorpresa fue amplia al sentirte mover tu trasero contra mi miembro que permanecía de ya tiempo atrás erecto.
-¿...Puedo hacer algo?- dejaste caer tu cabeza hacia atrás, buscaste a tientas mi cabello y hundiste tus manos en el, enredando mis rizos en tus dedos.
Era hermoso verte así, deseoso por complacerme, sabía que pasarían varios días antes de verte así nuevamente. Pero no puedo ser demasiado ambicioso o puedo romper todos mis planes. -A...ahora no mi criatura exótica... Hoy no es para eso-
Enjuague con cuidado el resto del cuerpo de Erick, al amanecer seguro agradecerá el baño o será demasiado extraño para el. Con cuidado y cariño intenté tocar cada pedazo de su piel blanca que estaba dispuesto ante mi, intentaba grabar su geografía en mi memoria, hacer un mapa con mis dedos de todos los pliegues y escondites de tu cuerpo.
-Vamos afuera, tenemos que secarte- Me hizo caso, le seque y ayude a vestir uno de esos bóxer que juro destruir después. Le ayude a entrar debajo de sus sábanas, ya envuelto, quite la corbata húmeda de tu rostro, aún así puse unos segundos mi mano en tu rostro, me acerque a ti a unos centímetros de tu cara, hasta que nuestras narices de rozaron y quise besarte pero pensé en algo mejor.
Roce tus labios con los míos a todo lo largo sin besarnos por completo solo sentir un poco más de piel contra piel en un punto sensible. Lamí tus ricos labios y te di un beso casto.
Por fortuna mantuviste tus ojos cerrados, aún manso como un cachorrito. Jadeante, frunciendo el ceño mientras que te sonrojas.
No quiero que me veas, no quería que la primera vez que viera tu cuerpo te sintieras juzgado, no quería tampoco que asociaras todo lo que odias está piel en exceso blanca y mi color de cabello pelirrojo. Quería sembrar en ti la curiosidad, muy pocas personas han sido amables contigo. Acaricio tu cabello mientras te veo dormir un minuto antes de proseguir a cuidar de mi y vestirme para partir.
Quiero que solo recuerdes el aroma a rosas, el dolor de la mordida y lo agradable de las caricias y el agua tibia.
Repaso cada línea de tu rostro en mi mente, llevo conmigo preciados recuerdos y el picaporte de la puerta de tu casa se separa de mi mano. Me verás otro día.
-*Nota del autor*-
UUUUUUUUh escribí como 18 capítulos y pum.... fuera creatividad, editare el resto y los subiré, gracias por esa única persona que leyó al inicio.
VIEJO! VIVO POR TI! GRACIAS! jajajajjajaj me siento como Clancy
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