-Kyleeeee- La manera en la que arrastras mi nombre me es molesta y encantadora. Un par de golpes más con la fusta en tu espalda y estabas jadeante a gatas frente a mi -¿Desde cuando juegas tan pesado?....ah...- Intentas tomar aire con todas tus fuerzas y siento que te lo mereces.
-....Erick Theodore Cartman..... - Sentí tu piel estremecerse, ¿miedo quizá?. Al menos ello me encantaría, me agache a tu altura y puse ambas manos en los costados de tu ancha cintura. Sentí la piel volverse de gallina bajo mis manos, estoy seguro tu aburrido bóxer ya deberá estar manchado con presemen. -Siempre quisiste que admitiera que soy un sucio judío...- Bese tu hombro, me acerque a tu pecho rozando tu piel con mis labios de manera tan delicada que sentí como podía hacerte arder y encorvaste tu espalda acercando tu piel más a mi boca. Aceptando me, en vez de rechazarme. Me acerque a tu pecho, en específico a tu pezón izquierdo, saque mi lengua lamí la punta de este. - ... creo recordar que los judíos somos mentirosos y manipuladores-. Mis manos recorrieron tu estómago te vi sonrojar y sonreí.
Chuparlo te hizo soltar un grito de sorpresa, apretaste tus piernas intentando hacer algo de contacto con tu propio miembro. -Kahl.... No quiero estar abajo ....- Moriré de risa de la risa en este momento, si me lo permiten, es genial que le de tanta importancia, antes me parecía irrelevante pero ahora estoy determinado.
Tus pezones estaban ya erectos tras jugar con ellos un poco, los juguetes en mi mano eran unas pinzas de pezones con una linda cadena que las une entre si. Puse una en tu pezón izquierdo, soltaste un quejido, sin embargo, te acercaste a mi y colocaste tu cabeza en mi cuello. Casi no me permitías ver, pero me las ingenie para poner la otra. Estabas jadeante, intentabas respirar profundo para acostumbrarte a las sensaciones, pero a pesar de tu molestia, no las retiraste, ni acercaste tus manos a ellas. Entonces tire de la cadena y te jale suave hacia mi, a lo que obedeciste y te acercaste tanto que nuestras narices se toparon. - Culón....., Tiene mucho que perdiste-
Poner mis manos sobre tu miembro otra vez era gratificante, mi obsesión estaría satisfecha si pudiera tener mis manos siempre rodeándolo a él y a ti. Pero la vida normal sería incomoda. Te oí rechinar los dientes, te bese mientras, a lo que primero me rechazaste y después participaste gustoso.
-*Nota del Autor*-
Hasta aquí tenia preparada esta cosa ahora STOP!, fuego lento unos días y nos leemos.
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Delirio y obsesión (Kyman) South Park
أدب الهواةEs extraño explicar cómo inicio, juegos que a los escasos diez años sonaban simples y burlescos, hoy en día les razonó más mundanos y sombríos. Bromas que a nuestra corta edad perdían proporción o la ganaban con suma facilidad. Así cuando fui engaña...