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No eras nada mas que una bestia salvaje cediendo ante mis antojos. -Te recompensare pronto-

Lleve la bola vibratoria a mi palma, dónde escupí tu esencia blanca y envolviendo está con los fluidos mezclados de mi saliva y tú semilla, era una fortuna que no pudieras ver nada, me brindaba un grado de superioridad que me era intoxican te.

Me deslice en la cama te invite a gatear hasta aquí con la ayuda de la correa, era adorable. -Me quieres escuchar, pero yo también quiero escuchar tu voz..-

Tiré de la correa de más haciéndome a un lado, así quedaste a gatas justo en medio, tiré aun mas de esta tirando justo desde el collar para pegar tu cara al colchón.

-Jew!- Salió esa grosería de tus labios, quizá una adjetivo calificativo?. Me importaba poco, si pensaba ser amable habrías consumido mi paciencia en un solo segundo. Mis dientes se apretaron con fuerza, seguro les oíste rechinar.

-Ahora no te voy solo a escuchar pequeño cerdito, estoy decidido a hacerte gritar como la puerca que eres!- Con la mano que jalada la correa, la paso por collar de nuevo para sujetarlo con un click a la asa de la misma. Dejando esa mano libre y al castaño atado en una posición tan denigrante al colchón.

Mi mano se blandió fuerte en el aire, una sonora nalgada que te hizo gritar y en mi caso escocer la palma misma. En tu retaguardia habría quedado una marca roja con el tamaño exacto de cada uno de mis dedos, podría usarse como prueba forense se lo ve firmemente impreso y así enterré mis uñas dónde mis dedos hubieren acabado en respuesta al dolor en mi propia mano por el golpe propinado.

-Arrgggg...KHAAL....~- Otra vez, ese mote infantil pero a pesar de tu queja tu miembro riega precioso líquido  dejando un hilo pegajoso que te es imposible de ver.

Mi mano con tu semilla y mi saliva va a tu entrada, llenando está con la mezcla viscosa para introducir de golpe el pequeño aparato unido a una cuerda de silicona o plástico, un pequeño mando tan sencillo y aún te haría sentir tantas cosas.

Retire de mi pierna una correa de cuero parte de mi vestimenta hiper sexual, era lo suficiente larga para envolver mi pierna dos veces y lo siguiente por igual para hacerlo solo una vez en la tuya. Lucia tan perfecta en tu piel blanca, un cuero negro cercenando tu extremidad. Acaso me estoy desviando?. Introduje el control del aparato entre su piel y la correa, mientras que mis dedos permanecían bloqueando su entrada esperando se acostumbrará, cosa a lo que el contrario protestaba moviendo tus caderas, -Saca eso, que es eso!?-  al fin moviste tus manos y era algo tonto, solo tocabas la correa que te sostenía cerca del colchón, te tomaría tiempo adivinar en que dirección presionar, tirar o empujar para abrir el gancho de esta. Tiempo que no te di al prender la bola vibratoria de inmediato en un nivel alto, la sorpresa te hizo soltar el cuero, una victoria mas, pero soy benevolente así que lo baje a un punto medio.

Delirio y obsesión (Kyman) South ParkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora