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Eras lento como la mierda y ya podríamos tomarnos el tiempo para otras cosas. Así que yo mismo me desnude. Puse mi miembro frente a tu rostro mientras esperabas molesto. -Saca la lengua- hiciste caso. Me encantaba, ruego al cielo porque seas así la siguiente vez pero imagino será mejor. Puse mi miembro en tu lengua y tú te aferraste a ella como si fuera tu vida, en un instante envolviste la mitad de mi miembro en tu boca y me sentí morir, era tan cálido que las llamas del infierno me arrastraban haya desde mi miembro.  Solté un gemido ronco, mordí mis labios y les sentí sangrar. Estoy seguro habrás visto a tu madre hacer su trabajo porque comenzaste a lamer mi miembro habilidosa mente. Es grosero de un caballero rechazar un buen trato y yo estaba gimiendo como todo un puberto mientras que empujaba tu cabeza para que pudieras devorar más de mi miembro de habilidosas maneras.

Pero no quería correrme, no aún, tomaría mi tiempo para divertirme lo suficiente contigo. Así que empuje tus hombros para atrás para separarte de mi miembro a lo que jadeaste más expectante que molesto,-Ven- dije simple de una manera tranquila pero lo suficientemente autoritaria como para no darte opción a negarte, entonces te sentaste al borde de la cama y te lleve de la mano contigo a tu baño, era pequeño pero acogedor con una tina lo suficiente amplia para los dos pero también como para limitarnos un poco el espacio, escuchaste tímido quieto mientras que abría las llaves de la tina. Estabas quieto en el medio de tu propio baño enredando tus dedos tiernamente, te ayude a desvestirte y quitarte el resto de la ropa que te quedaba.

Te ayude a sentarte en la tina guiándote con mis manos -Abraza tus piernas- te indique y lo hiciste. Me acomode detrás de ti y te abrace a mi pecho -Puedes estirarte-. El tacto de nuestras pieles cálidas en contraste con la fría cerámica era acogedor, te sentí más relajado, inclusive descansaste tu cabeza en mi hombro con tus ojos aún cubiertos, pero rozando con tu nariz mi cuello.

-Rosas....- te escuché susurrar y te veías adorable, inclusive indefenso a pesar de nuestra edad. Comencé a tararear una canción que al instante te hizo sonreír, muy conocida para ti.

Revise una caja de plástico recargada al borde de la tina, era un esencia de baño y me pareció buena idea verter un poco de esencia en la tina, al mismo tiempo llevaste una de tus manos a tientas a mi mejilla y la acariciarte -Fresas, curioso te agrade este aroma-

-Porque no puedo verte Kahl?- intentaste besarme pero te detuve tirando de tu cabello y provocando así un quejido, exponiendo tu cuello a mis dientes, mis encías picaban al desear romper tu piel.

-No vas a recordar nada de esto, no tiene sentido, recuerda otras cosas que no sean mi rostro.- dicho esto lamí tu cuello languidamente -I swear by the moon and the stars in the sky
And I swear like the shadow that's by your side- Gemiste, te estremeciste pero duró poco y ahogaste un grito al sentir como mordía duramente la piel de tu cuello, en aquel controversial declive a tu hombro, ahí mis dientes se clavaron primero en una mordida que fue para dejar una marca y rápidamente paso a romper tu piel. Mi mano derecha instintivamente fue a tu miembro y lo sujete con fuerza al mismo tiempo que te sentía estremecer entero por el dolor. Unas gotas de sangre cayeron al agua y se mezclaron con el agua de manera preciosa. Me hicieron distraer y lamí la marca de mi arrebató, estabas agitado gimiendo, empujaste tus caderas para aumentar el toque de mi mano y yo comencé un vaivén que pudiera mezclar tu dolor con placer.

Delirio y obsesión (Kyman) South ParkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora