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ℂ𝕦𝕒𝕥𝕣𝕠 𝔻𝕚𝕒𝕤 𝕒𝕟𝕥𝕖𝕤 𝕕𝕖𝕝 𝕧𝕚𝕒𝕛𝕖

Comencé a descomponerme  velozmente, incluso creí haber visto al maldito pelirrojo cuando fui a por un café justo al negocio de enfrente a la mañana siguiente, creí que podría controlarte, creí que que me amabas pero sin duda alguna podía equivocarme y es que ahora me faltaban piezas de información, trozos de tu memoria, pasaste una noche afuera y después de ello nada fue igual, la noche anterior era una clara muestra.

── Si quiera me deja a mi entrar a su habitación... ── Comenté suspirlando completamente derrotado, en la esquina de la cama estaba el, aquel que seguro tenía la solución, aquel que me habría ayudado a mantenerme cuerdo por tantos años.

── Aún así lo haces y conseguimos poner las cámaras, peor sería no tener si quiera eso... ── Contesto mientras le miraba caminar d eun sitio a otro en nuestra habitación, los nervios nos invadian por lo que no paraba de rascarme, seguro me comenzaba a asemejar a Tweek en sus peores momentos.

── ¡Justo ahora podría estar con él, podría volver a traerlo a casa igual que ayer! ──  No podía soportarlo sentía romper mi corazón, me faltaba el aire y conseguía a arrancar mechones de mi cabello, escucharlos de nuevo follar de forma tan descarada a lado mío era un tormento que no sabía si podía soportar de nuevo, mis manos ya estaban llenas de vendas pues apenas me sobraban dos o tres uñas pendientes de arrancar, buscando provocar un dolor que me ayudara a aliviar el de mi corazón rompiéndose en mil pedazos.

── JAJAJJAJAJA, ¿ ENTONCES VOLVERIAS A MASTURBARTE MIENTRAS LLORAS ? ── La risa maniaca de aquella proyección me asusto obligándome a retroceder en mi propia cama como el unimal cobarde que soy, hasta golpear la pared con mi espalda, tras la pregunta cerré mis ojos y al abrirlos ya no estaba ahí. Lloré, igual que el día anterior, recordé las horas que había pasado masturbándome mientras que veía como otro hombre te tomaba, sintiéndome peor que una cucaracha, seguro era tu forma retorcida de castigarme. ¿Ser un simple vendedor de autos?, seguro valoras más el salario de una clínica.

Corrí dónde ella calle azotando la puerta de lo que hubiera sido nuestro hogar, debíamos hacer algo ── MIERDA, ¿¡NO ENTIENDES QUE ERES MIO, DONDE MIERDA SE ATREVE A ESCONDERTE?! ── Era una fortuna porque son importar nada había hecho toda una vida de dulces acciones, una semana de groserías y aún así las personas me veían con buenos ojos, contaba con eso, pero con lo que nunca habria contado sería que te robarían de mis manos justo frente a mis ojos.

── La vieja base.... ── Hubo muchos momentos dónde el Profesor Caos alcanzó la escala máxima de todo lo que se propuso, en especial cuando trabajo en conjunto con Facebook, dinero que nos permitió conseguir propiedades, propiedades que después se perdieron y aún permanecian en el pueblo como nada menos que escombros de tiempos mejores.

Rente una camioneta, compré una enorme caja de herramientas y un soplete. ── No hay modo, Kyle.... No entiendes que no hay modo .... Simplemente no hay modo en el que te lleves aquello que me tomo tantos años poseer ── Era una guerra campal entre enamorados, ambos tan manipuladores y asquerosos que no podían evitar pelear a muerte por el objeto de su retorcido sentido del amor.

Delirio y obsesión (Kyman) South ParkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora