Cambio De Amores ¹ [Borrador]

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* 3 años después de la derrota de Miracle Queen

No pude dormir muy bien esa noche. El insomnio asolaba a este pobre adolescente. Aunque ya tenía alguna lógica. ¿Quien en su juicio sano lo podría haber hecho? Esperaba que Ladybug halla consiliado el sueño; cosa que yo no pude hacer o lograr.

Me levanté con desgana. Y para agregar humor a mi mañana, casi tropiezo con una de las patas de la cama en mi camino al baño. Creí que un poco de agua ayudaría a poder tener mas ganas de abrir los ojos pero, cuando eché un vistazo a mi rostro de "modelo perfecto" en el espejo, me dí cuenta que venían con un aumento poco estético...

Ojeras. Lo que faltaba

Mi padre va a matarme. Aunque creo que lo hará por medio de Natalie o el chófer; no creo que se preocupe tanto por mi cómo para ver si mi salud emocional esta bien -ya que lo único que le preocupa al parecer es su empresa-, nada misterioso. Todos lo saben.

-Oye... Creo que deberías colocarte polvo... Ya sabes... Para disimular esa monstruosidad -comentó horrorizado mi kwuami. Rodé los ojos.

Dramático.

-Si, como no Plagga -le respondí de mala gana. Pero, aún con dolor a admitirlo, tenía razón.

A mis 18 años estoy hecho un desastre. Me límite a asearme y, ántes que su hambre me irrite más de lo que estaba, le alcanzé un gran trozo de camenbert. No entiendo como algo tan apestoso puede ser de su agrado. Ni siquiera lo entiendo a él. Ni que eso fuera fácil.

-¡Gracias mi bello portador!... -canturreó-. Amor mio... ¡Ven acá! -sostuvo el queso con delicadeza y encanto.

-Al menos con eso no me molestarás por media hora.

Tocaron la puerta...

Nos pusimos en alerta y el ser de la destrucción se lanzó hacia mi armario de ropa. Conservé la compostura, como pude. Carraspeé. Vi las sobras del queso -lo cual era la mitad de la ración-. Lo lanzé hacia la basura, nervioso. Oí un lamento y un "mi hermoso queso". Lo ignoré.

-¡Pase! -exclamé ya sabiendo de antemano quien era.

Natalie. Como lo supuse.

-Adrien, aqui tienes tu horario para está semana -me extendió el folder, con cara de poker.

A ver: ¿Qué puso mi padre para amargarme esta semana?