Capítulo 28 • Poderoso Joaquín

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¡SORPRESA!
Hoy decidí hacer un 2x1, espero que lo disfruten.

Narrador Externo

La pelea entre Joaquín y Zeus fue incluso más increíble que todo lo que de hubiera visto jamás en el Olimpo, no había rastro del pequeño chico que pensaba sus acciones antes de dañar a los demás, de hecho todo lo que estaba pensando Joaquín en esos momentos era acabar con Zeus, sin importar cómo.

Los titanes y titánides veían maravillados la escena frente a ellos, de alguna manera sin poder creer lo rápido que se movía el hijo menor del dictador del Olimpo.

Joaquín tenía furia, o no, quizá era algo más, estaba lleno de rabia, de decepción, de odio; y todos sabemos que esos sentimientos no le hacen nada bien a las personas ¿verdad?

El cielo rugía ferozmente, haciendo que la lluvia que no había cesado en todo este tiempo se volviera solo un poco más densa, Zeus estaba agotando sus recursos, no sabía que más hacer para frenar los golpes de su hijo, que a pesar de estar quemado completamente en un brazo aún podía dar golpes realmente fuertes y certeros como si nada le doliera.

- ¿Qué pasó Zeus? ¿Soy muy fuerte para ti? - la voz que salió de Joaquín estaba distorsionada.

Zeus no contestó, apenas tomó una pausa para tomar aire.

- ¡CONTÉSTAME CUANDO TE HABLO! - gritó el castaño viendo directamente al Dios del rayo

- ¡BASTA JOAQUÍN!

- ¿Qué? ¿Acaso me estás pidiendo que pare? - se rió de nuevo - ¿Sabes qué? No lo haré porque tú no paraste cuando peleaste con Hércules... El te gritaba, él se retorció de dolor y tú disfrutaste cada puto segundo. - Joaquín se alejó un poco y después volvió a mirarlo - Y eso mismo haré yo... Voy a disfrutar cada momento

El Dios del rayo levantó la mirada, dirigió su mirada hacia el cielo y con todas sus fuerzas formó lo que se podría considerar como un enorme desastre.

Si bien el cielo no era claro, ahora mismo se oscureció aún más, unas enormes nubes negras se arremolinaban y en el centro de ella se alcanzaba a notar la formación de un rayo, pero no cualquier rayo... Era el mayor rayo que alguna vez se hubiera visto, destructivo, con el objetivo de acabar con cualquiera que de atravesará en su camino, y ahora mismo estaba sobre la cabeza de Joaquín.

El hijo de Zeus miró el rayo sin ninguna pizca de emoción en su cara.

- No me asustas - dijo - No te voy a rogar por mi vida y jamás verás sufrimiento en esta cara.

- Eso lo veremos

Emilio los miraba nervioso desde la entrada. No podía permitir esto, pero si quería que funcionara su plan tenía que aguantar un poco más, solo un poco.

"No puedes morir Joaquín" pensó mientras veía el cielo y después a Joaco, quién no había hecho ni el más mínimo esfuerzo en moverse del lugar donde estaba.

Sin previo aviso Zeus bajo sus manos al mismo tiempo que gritaba.

Todo el tiempo pareció ir en cámara lenta por unos momentos... Ya no había nada que hacer, el rayo había caído con furia, directo hasta el pequeño Dios. Zeus veía extasiado la escena. Los titanes sonreían viendo la maldad de ese acto, pensando que ahora que se habían desecho de aquel chico la cosa sería más sencilla, pero entonces algo llamó su atención.

Después de que la luz cegadora del rayo se desvaneció una figura seguía de pie, viendo todo su cuerpo asombrado, pero quizá no tan asombrado como Zeus.

- ¿Qué? ¡No puede ser posible! - gritó el Dios del rayo

Joaquín emitió una carcajada sonora

A prince for the Olympus • Emiliaco Donde viven las historias. Descúbrelo ahora