Capítulo 29 • ¿Y ahora?

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Narrador Externo.

"Joaquín, felicidades" "Muchas gracias por todo Joaquín" "Joaquín, sabes que mis servicios están a tu disposición" "Gracias por salvar al Olimpo" "Siempre confíe en ti" "Eres grande Joaquín"

Son algunas de las frases que más se habían estado repitiendo. Todos llegaban con Joaquín, le decían algunas palabras y él les correspondía con una sonrisa o con un abrazo sincero, pero siendo honestos, no estaba del todo feliz.

Matar a su padre significó mucho para él, fue cortar desde la raíz todo vínculo emocional que tenía con él para poder liberar a su pueblo, tuvo que olvidar por unos momentos todas las historias que Zeus le contó alguna vez antes de dormir, los días cuando le enseñó las puestas de sol en el Olimpo, y esos pequeños momentos que compartieron en familia, tuvo que acabar con el rastro de amor que aún tenía con su papá.

- Te traje un sándwich y un poco de Ambrosía - le sonrió Diego a Joaquín. - Yo mismo lo preparé así que espero que haya quedado bueno

Joaquín tomó las cosas e invitó a Diego a sentarse a su lado.

- Gracias Diego

- No es nada, no es difícil hacer unos cuantos sandwiches - el pequeño señaló la comida mientras sonreía pero Joaquín lo interrumpió

- No solo lo digo por los alimentos, lo digo por todo. Sé que tu labor en la enfermería no fue sencillo pero cada día fuiste mejorando y te volviste increíble en ello - ambos sonrieron - Dejaste tu vida de mundano en la Tierra para estar ayudando en una guerra que ni siquiera te correspondía, has estado despierto más horas de las que deberías y todavía tienes tiempo de hacerme de comer... En serio amigo, te debo mucho

- Todo esto lo hago de corazón - Diego le dió una gran mordida a su propio sándwich - Ustedes son importantes para mí; además ¿quién quiere ir a la universidad cuando hay una guerra de seres mitológicos? En serio yo no me lo hubiese perdido.

- Probablemente yo hubiera preferido estar pintando al óleo en un salón en lugar de estar degollando al gran Dios del rayo - dijo Joaquín sarcástico pero con una mezcla de humor

- Bueno, quizá deberíamos cambiar vidas por unos días - ambos rieron

Mientras bromeaban un poco para aligerar el ambiente una chica con cabello largo y enredado caminaba cansada hasta llegar donde ellos estaban. Se desplomó en el suelo, quejándose de dolor

- Blue - la nombró Joaquín - ¿Qué te paso?

La chica enfocó la mirada en Joaquín, examinando su cuerpo completamente y abriendo los ojos con exageración

- ¿Qué me pasó? ¿Qué te paso a ti, mi amigo? - preguntó sorprendida viendo su brazo - Eso se ve grave ¡casi te calcinan!

- No es para tanto, sólo Zeus que quiso quemarme un poquito - sonrió. Estaba tan disperso en todo lo que estaba pasando que olvidó que había sido herido en la pelea

- ¿Ya te vieron en la enfermería?

- Si te sirve de consuelo, soy inmortal y esta marca de quemaduras se irá en unos cuantos días

- Bueno, si se infecta no - respondió Diego a su lado - Ven, vamos a curar esto.

Los tres se levantaron y caminaron hasta una de las tiendas de enfermería, evitando la más cercana, que es dónde estaba Hércules

- Escuché que la guerra en el océano fue aún peor que la del bosque ¿es cierto? - preguntó Joaquín mientras se sentaba en una camilla

- Fue bastante.... Abrumador pero a la vez estuvo divertido. Tuve la oportunidad de ver mis habilidades de lucha y soy muy buena - sonrió - Claro, sin presumir

A prince for the Olympus • Emiliaco Donde viven las historias. Descúbrelo ahora