Capítulo 21 • Detrás de la historia

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~ Siglos atrás ~

Los titanes eran una raza de dioses poderosos que gobernaban la Tierra durante una edad dorada legendaria a.C.
Se dice que los titanes fueron los predecesores de lo que hoy se conoce como dioses olímpicos.

Los doce hijos de Urano y Gea estaban divididos de forma igualitaria, de manera que había seis hijos a los que se les dió el nombre de titanes y seis hijas conocidas como Titánides. Habitaban en lo alto del monte Otris, un gran monte encontrado en la parte noreste de Ftiótide en Grecia.

Cada uno de los doce asumian la responsabilidad de regir sobre el universo y cada uno de ellos sobresalía en algo como se podría decir, la inteligencia, dominio del tiempo, mares, fuego, etc. Aunque se podría decir que el protagonismo de todo se lo llevó Cronos.

Pero como en todo sistema, no iba a durar por siempre y el hecho de llevar lazos que los unieran no podría seguir del mismo modo; es aquí donde ocurre la Titanomaquia, es decir, la guerra de los Titanes.

Lo que se conoce como Titanomaquia fue una serie de batallas que dieron origen a una guerra durante el reinado de Cronos luego de que esté tomara el lugar de su padre con la ayuda de Cíclopes y Hecantóquiros, que eran gigantes con cincuenta cabezas y cien brazos. Cronos liberó a sus hermanos quienes estaban encerrados en el Tártaro. Los titanes se enfrentaron en el monte Otris y todo se convirtió en una guerra de una década, misma en la que participaron deidades humanas, titanes y Dioses Olímpicos.

Se dice que antes de que Urano (el padre de los titanes) volviera al cielo lanzó una profecía diciendo que de la misma manera en la que Cronos lo había derrotado, así también el hijo de Cronos acabaría con él. Cronos se quedó perplejo con la maldición que había escuchado y haría todo para evadirlo, por ello decidió comerse a sus hijos, aprisionandolos en su estómago, así fue como Hestia, Demetér, Hera, Hades y Poseidon fueron tragados.

De este fatídico suceso fue salvado Zeus, quién fue llevado a una cueva en Creta donde creció.

Al volver lo hizo con una pocion que hizo que el gran titán arrojará a sus hijos; estando fuera se prepararon para una guerra. Más titanes se unieron contra los dioses y de la misma manera, otros dioses se unieron contra los titanes.

Los Cíclopes crearon armas para los Dioses olímpicos, lo que ahora conocemos como el rayo de Zeus, el casco de invisibilidad de Hades y el tridente de Poséidon. Mismas armas con las que pelearon con los titanes.

La guerra terminó con Cronos siendo derrotado por sus hijos y siendo mandado al Tártaro junto a sus hermanos Titanes; claro que había excepciones, como Atlas que fue castigado y sentenciado a sostener el peso del mundo sobre sus hombros, y las Titánides que no fueron encarceladas en ese momento, hasta después.

El mundo Olímpico ha pasado por mucho para llegar a lo que es hoy en día, como cada estado o país tiene su historia, sus rivalidades y sus normas. Después de la guerra con Cronos, se decidió que Zeus sería el máximo gobernante y cabeza de los demás Dioses Olímpicos; él se consideraría el dueño de los cielos, Poséidon de los mares y Hades del inframundo, lugar donde se encuentra el tártaro.

~ Tiempo Actual ~

Narra Emilio

Desperté con una sábana cubriendo todo mi cuerpo, inmediatamente un recuerdo de lo que había pasado anteriormente inundó mi mente y sonreí.

No podría describir lo que había pasado con Joaquín, todavía sentía mis labios hormigueando, tenía marcas en los brazos y en el abdomen, probablemente resultado de la fuerza sobrehumana que Joaquín tenía. Aún así sentí como todas sus caricias fueron dulces, tiernas y lentas. Parecía que sabía exactamente que puntos tocar y como hacerlo; no me alcanzan las palabras para manifestar las sensaciones que se apoderaron en el momento en que Joaquín me tocó. Sentí magia, sentí paz, sentía felicidad plena. Millones de preguntas llegaron a mi mente ¿es así como todos se sentían después de tener sexo? No lo creo; una paz así solo podía ser producto de una noche con algún Dios porque definitivamente esas sensaciones no eran de mi mundo.

A prince for the Olympus • Emiliaco Donde viven las historias. Descúbrelo ahora