Para cuando la noche llegó me encontraba sumamente exhausto, no solo se debía por el esfuerzo físico que tuve que realizar durante la primera clase de baile, sino por todos los sentimientos en los que me vi envuelto a lo largo de la semana. Simplemente no podía creer que solo hubieran transcurrido cinco días desde que Fanny llegó a mi vida, solo podía llegar a la conclusión de que no volvería a ser el mismo, el cambio estaba hecho, no había marcha atrás.
Green apareció con la fuerza de mil soles, alterando la realidad a la que estaba aferrado, en tan solo unos días consiguió sacarme del oscuro abismo en donde me encontraba. No, no solo se trataba de eso, era algo más, algo que me había motivado a hacer las cosas de las que no me creía capaz, vino para rescatarme de una muerte furtiva, la chica de cabello pelirrojo logró despertarme.
Una vez que llegué a casa me dirigí inmediatamente a mi habitación, quería aprovechar la tranquilidad de no ser sometido a un tedioso interrogatorio, esto se debía a que mi madre y hermana habían salido de compras, lo que significaba que gozaría de una merecida soledad durante el siguiente par de horas.
No tenía que preocuparme de la escuela, ya me encargaría de ella el fin de semana, August y Gina serían desalojados de mis pensamientos hasta el lunes, en cuanto a Emily... una punzada de dolor cruzó por mi pecho, era el remordimiento tratando de carcomerme por dentro.
Estaba claro que la situación estaba lejos de solucionarse, tratar de convencerme de ello era egoísta de mi parte, para ese momento había tantos cabos sueltos que no sabía por dónde comenzar. Era ridículo pensar que las cosas con Green habían regresado a la normalidad, tal vez la crisis se había evitado, pero en el fondo sabía que nunca volvería a ser lo mismo, la deteriorada confianza de Reeve pendía de un delgado hilo, y luego estaba Graham, de quien no había sabido nada desde nuestro encuentro en el parque.
Lo peor era fingir que todo estaba en orden, tenía que sumergirme en una realidad artificial en la que nuestra rutina se mantenía intacta. Nuestros diferentes ritmos de vida nos impedían vernos con la frecuencia que queríamos, habíamos conseguido adaptarnos a los tiempos del otro, así que la más mínima alteración provocaría sospechas, por eso mismo no podía contarle lo que había ocurrido, pues en nuestro mundo no podían existir esa clase de problemas, en nuestro mundo no podía existir Fanny.
En cuanto este pensamiento llegó a mi mente pude escuchar un ruido proveniente de afuera, decir que esto me sorprendió sería mentir, sabía perfectamente que Green había vuelto a salir por las noches para ver las estrellas, aunque ella no lo sabía aquello se convirtió en una costumbre para los dos, costumbre que me permitía observarla cada noche en su máximo esplendor.
Sin embargo, esta vez hubo algo diferente, tal vez mi mente y cuerpo se encontraban todavía aturdidos por el esfuerzo al que habían sido sometidos, pero pude escuchar con perfecta claridad como el ruido era producido más cerca de lo normal, la casa de la chica pelirroja no estaba precisamente cerca, pero eso no justificaba aquel repentino cambio.
Me acerqué con más precaución de la habitual, me sentía sumamente ridículo sabiendo que mis temores estaban mal fundamentados, ya que solo podía tratarse de una persona, aún así decidí no tentar a la suerte. En cuanto estuve parado frente a la ventana me encontré con una escena un tanto decepcionante, el tejado de la casa vecina estaba vacío, no se veía a Green por ningún lado.
El temor comenzó a invadirme, por un momento se me ocurrió la vaga idea de haber sido el responsable de que nuevamente no quisiera observar las estrellas, idea que fue destruida en un parpadeo cuando el rostro de Fanny se me presentó al otro lado del cristal, la repentina aparición me provocó tal impresión que como resultado terminé cayendo de espaldas.
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Fanny. Una clase de magia
RomanceAdam tenía una vida aburrida, sin ninguna motivación que lo guiara, pero todo cambió cuando conoció a Fanny. La misteriosa chica que le enseñará que la vida puede estar llena de misterios y emocionantes aventuras, todo al alcance de una promesa.