¿Y si... y si perdiera el camino? ¿Y si lo perdiera todo? Si acaso me sumergiera en mi propio abismo ¿Ella seguiría ahí? ¿Me estaría esperando? Mi cuerpo colapsaba, la roca que me cubría se desmoronaba a mi alrededor, era un despertar, un renacimiento; aunque en mi interior solo quedaba la tinta con la que se escribiría en papel mi historia, mi vida, mi sola existencia.
El sobresalto que me provocó esta imagen consiguió despertarme en un santiamén, sudaba de los pies a la cabeza mientras jadeaba con fuerza, de manera casi instintiva inspeccioné mi cuerpo para cerciorarme de que todo estaba en orden, una vez que terminé con esto finalmente pude tranquilizarme por completo, solo había sido un sueño, nuevamente me encontraba a salvo en la seguridad de mi habitación... o eso creía.
-Interesante – la repentina voz de Charlie me hizo dar un salto sobre mi cama, inmediatamente pasee la mirada por todo el lugar hasta que finalmente la encontré sentada en la mesa de noche, me observaba con suma fascinación, como si fuera un espécimen raro
-¡¿Qué... qué... qué haces aquí?! – me arrastré sobre las sabanas hasta que mi espalda tocó la pared, el miedo se aferraba a mi ser con la misma necedad con la que un niño se aferra a su caramelo, no solo tenía que lidiar con las alucinaciones que había experimentado durante la noche, sino que además todavía tenía que realizar la misma rutina cansina de todos los días.
-Ya sabes, mamá, desayuno, se hace tarde – la efusividad de mi hermana había sido sustituida por una abstracción ajena a ella. Por un momento cruzó por mi mente la imagen de una Charlotte metida en una bata de laboratorio, lista para comenzar su maquiavélico experimento, el cual consistía en ponerme en un tubo de ensayo, para después verter un sinfín de sustancias hasta que alguna de ellas surtiera efecto en mí.
-¡Ya... ya estoy despierto! ¡Vete! – el brillo que expulsaban sus ojos me producía la misma sensación a la de estar desnudo frente a alguien, en un acto reflejo me cubrí hasta la barbilla con la manta. Aunque esperaba algún comentario ingenioso de su parte lo único que recibí fue una expresión de indiferencia, y un ademán de menosprecio.
-Como quieras – tras decir esto se puso de pie, para luego dirigirse hacia la puerta, caminaba con la gracia de un cisne, aunque mi perspectiva me la mostraba más como un ave carroñera. Fue cuando tenía una mano sobre el picaporte que decidió agregar antes de irse – Por cierto, deberías tener más cuidado con lo que dices mientras estás dormido, hay ciertas palabras que... pueden levantar sospechas – en cuanto escuché esto todo el temor provocado por aquel sueño se vio brutalmente opacado por uno nuevo.
En un inicio consideré aquello como una burla de parte de Charlie, resultado de su gusto por fastidiarme a la menor provocación, pero tuve que descartarlo al instante, de pronto el verla tan interesada en mí mientras dormía adoptaba una naturaleza mucho más abrumadora.
-¿A que te refieres? – tragué saliva con dificultad, la chica de tez blanca me dedicó una morbosa sonrisa, aquella en la que salían a relucir todos sus dientes, como los colmillos de un tiburón, los roles finalmente habían sido definidos, me encontraba a su merced, podía sentir todo su yugo cerniéndose sobre mí.
-Oh, no es nada, tú querías que me fuera, si ese es el caso no creo que estés interesado en lo que tenga que decir, después de todo ¿Quién soy yo para contradecir los deseos de mi hermanito? – una soga invisible se iba ajustando alrededor de mi cuello, el aire no llegaba correctamente hasta mis pulmones. En respuesta al sofocante silencio generado en la habitación, Charlotte decidió terminar con el tema, y finalmente abrió la puerta.
-¡No! ¡Espera! – salí disparado de la cama, atravesé el pequeño espacio que me separaba del umbral – ¡¿Qué fue lo que dije mientras estaba dormido?! - pero ya era tarde, mi hermana ya había cerrado la puerta, mientras se alejaba rápidamente por el corredor.
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Fanny. Una clase de magia
RomansAdam tenía una vida aburrida, sin ninguna motivación que lo guiara, pero todo cambió cuando conoció a Fanny. La misteriosa chica que le enseñará que la vida puede estar llena de misterios y emocionantes aventuras, todo al alcance de una promesa.