Capitulo 10. La delgada línea

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-Parece... agradable – soltó Emily una vez que nos hallamos sentados en una de las cafeterías de la zona comercial, yo todavía me encontraba contrariado por todo lo acontecido durante la mañana como para prestar la atención necesaria, aunque me hubiera dicho que acababa de ver un ovni mi respuesta habría sido:

-¿Cómo dices? – Graham clavó sus ojos avellanados en mí, no transmitían nada a simple vista, pero estaba seguro que para ese punto del día su paciencia comenzaba a mermar, me fue imposible culparla, era impropio de mi parte comportarme de forma tan extraña, sobre todo tomando en cuenta la situación.

-Tu amiga, Fanny ¿No? Parece agradable – esa frase podía tener un sin fin de interpretaciones, sin embargo, no podía pensar en ninguna, en mi mente no dejaba de aparecer la imagen de la chica pelirroja alejándose tras habernos encontrado con Emily, su brillo desapareciendo, aquella voz llena de aprensión, un diamante quebrándose, eso había ocurrido.

-Sí, ella es... agradable, y también baila bien. – respondí con un lento suspiro de resignación, porque podía martirizarme hasta el fin de los tiempos, pero eso no iba a cambiar nada, Green estaba en su casa, mientras yo me encontraba en lo que parecía un intento muy poco elaborado de una cita con mi novia.

-¿Es tu pareja? – en cuanto escuché esto regresé rápidamente la vista hasta encontrarme con el rostro ceñido de Graham, mentirle no era una opción, tampoco afectaba mucho para empezar, el simple hecho de charlar acerca de Fanny ya podía considerarse como terreno peligroso, por lo que resignarme a decir la verdad no iba hacer la diferencia.

-Sí – sin embargo, la realidad era que ya no estaba tan seguro, Green había sido muy clara cuando dijo que la única persona con la que podría cumplir su sueño era yo, pero ¿Durante cuánto tiempo seguiría estando firme sobre aquella decisión? – Aunque... no creo que sea definitivo – mentiría si dijera que al oír esto los ojos de Emily no brillaron ligeramente.

-¿Por qué lo dices? – unas repentinas ganas de desahogarme me abordaron, pero tuve que reprimirlas, no estaba en el lugar, ni con la persona correcta, así que tenía que recurrir nuevamente a omitir parte de la verdad, aunque de todas formas seguía siendo demasiado desalentador para mí.

-Apenas estamos tomando la clase, todavía no está muy claro cómo será la organización de la competencia, además de que también estarán concursando Reeve y otra chica llamada Gina, puede que al final Gus terminé siendo pareja de Fanny – al decir esto pude sentir un escalofrío recorriendo mi espalda, la sola idea de ver al chico de ojos verdes con Green me causaba un malestar insoportable, sin lugar a duda era el último escenario que quería ver.

-Sería interesante – de no haberlo evitado con todas mis fuerzas mi expresión se habría deformado en una mueca de horror. Teniendo en cuenta los dos únicos altercados en los que se habían visto envueltas Emily y Fanny no era difícil pensar que esa sería la opinión de Graham, evidentemente no era estúpida. En realidad, no alcanzaba a entender de qué manera podría ver a Reeve y Green juntos, ni siquiera yo podía hacerlo

-¿De verdad lo crees? – más que escepticismo mi semblante transmitía un inevitable fastidio, en el caso de que se hubiera dado cuenta probablemente nunca me lo iba a decir, tenía la impresión de que sus palabras ya no estaban caracterizadas por la inocencia habitual, algo había detrás.

-Sí, quiero decir, August es un buen bailarín, y el solo hecho de que se haya inscrito a la clase dice mucho de él, tal vez por fin pueda explotar el potencial que tiene – la enorme cantidad de preguntas que se formularon en cabeza avanzó imparable, amenazando con escurrirse entre mis dedos, al final solo pude rescatar una.

-¿Cómo sabes que Gus es buen bailarín? – tampoco era que me sorprendiera, no era remotamente imposible, Reeve era la clase de chico que tenía que conocer los protocolos necesarios para desenvolverse en la sociedad, evidentemente sabía bailar, pero no era algo de lo que se enorgulleciera, ni siquiera alardeaba de ello, por eso mismo me resultaba extraño que Emily lo supiera.

Fanny. Una clase de magiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora