Estoy seguro de que tuve un sueño, los recuerdos se ven cubiertos por una espesa capa de neblina, pero sé que pasó en verdad. De algo estoy completamente seguro, no tuvo nada que ver con la experiencia que viví en el tejado con Fanny, no, fue diferente, aunque... por alguna extraña razón se sintió particularmente familiar, un déjà vu jugando con mi memoria.
Mi cuerpo colapsando, roca desmoronándose a mi alrededor, la tinta en mi interior anunciando el renacimiento, mi historia siendo escrita en papel. Una delgada línea oscura se arrastraba a través del lienzo, describiendo curvas que cambiaban de trayectoria según lo requería el lento vals del viento, se expandía, se contraía, y desaparecía en tan solo un parpadeo. Su extensión se perdía en la distancia, pero cuando te dabas cuenta esta había regresado al punto de partida.
Entonces un repentino cambio se hizo presente, el color, el color de las profundidades, el de la noche carente de estrellas, el de la simbiótica oscuridad, se iba transformando al intenso color carmesí, un rojo que solo podía recordar a la sangre, una marea ardiente fluyendo a través de mis venas, ahora estaba en todas partes, en una masa que lo cubría todo, las sofocantes llamas de un infierno se erigían sobre mí.
Abrí los ojos, no porque el sueño hubiera terminado repentinamente, sino porque el molesto sonido que producía mi teléfono celular había sido lo suficientemente alto como para regresarme al mundo real. Era el tono de llamada entrante, mi mente aún estaba nebulosa por el repentino despertar, en definitiva, no esperaba ser molestado durante el fin de semana, ni siquiera a Charlie se le ocurriría algo tan ruin.
Entre gruñidos y carraspeos tomé el aparato infernal que descansaba sobre la mesa de noche a lado de mi cama, con los ojos cerrados tanteé la pantalla en un vago intento de silenciar el teléfono, estaba decidido a mandar al demonio a la persona que había tenido la grandiosa idea de despertarme antes de medio día en sábado, sin embargo, aquella posibilidad se fue al traste en cuanto contesté
-¿H...hola? – solo diré esto una vez, todos los esfuerzos de Julie Tate, todas las bromas crueles de Charlie, todas las alarmas y despertadores que ocupé alguna vez en mi vida perdieron todo la utilidad del mundo en cuanto escuché la voz al otro lado de la línea.
-¡¿En dónde demonios estás?! – en un inicio pensé que se trataba de una broma, o que seguía durmiendo, y esto era parte de una pesadilla, porque me era difícil siquiera pensar que la persona que me gritaba al otro lado de la llamada era...
-¿Fanny? ¿Eres tú? – no, era imposible, la voz era la misma... o al menos así parecía, con la única diferencia de que el tono demostraba lo endemoniadamente enojada que estaba en ese momento.
-¡¿Se te hizo tarde?! ¡Por favor no me digas que sigues dormido! – en cuanto escuché esto recorrí la habitación con la mirada lentamente, buscaba algún indicio que me demostrara que seguía siendo un sueño, pero no encontré nada, todo seguía igual, estaba despierto, todo era real, mi recamara, las mantas que me cubrían, el teléfono celular, Green gritándome, eran reales
-Yo... bueno... - quise contestar, lamentablemente la confusión desbordando de mi boca no me lo permitió, por lo que solo pude balbucear palabras aleatorias, aunque quisiera negarlo todavía me encontraba adormilado, y no quería descartar la posibilidad del sueño.
-¡No lo puedo creer! ¡Sigues dormido! – una parte de mí sentía escalofríos al experimentar por primera vez la ira de Fanny, pero otra parte se mantenía tranquilo al saber que debía haber una explicación, explicación que probablemente me haría regresar a mi fin de semana de descanso
-¿Puedo preguntar el porqué de todo este alboroto? No es que no me guste escuchar el sonido de tu voz por las mañanas, pero me encantaría seguir durmiendo un par de horas más – estoy seguro de que abrir la caja de Pandora habría sido menos catastrófico que el haber soltado aquellas palabras, pues Green finalmente perdió la compostura
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Fanny. Una clase de magia
RomanceAdam tenía una vida aburrida, sin ninguna motivación que lo guiara, pero todo cambió cuando conoció a Fanny. La misteriosa chica que le enseñará que la vida puede estar llena de misterios y emocionantes aventuras, todo al alcance de una promesa.