Capítulo 13 " Caigo en sus redes"

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Capítulo 13 “ Caigo en sus redes"

 

Lo abrazo y luego me alejo y vuelvo a la realidad.

— ¿Y qué dijo Jordan con lo del matrimonio?

Justin POV’S

Nos abrazamos abrazo y ella me mira seria, como si me odiara.

— ¿Y qué dijo Jordan con lo del matrimonio?

Trago saliva, ¡Mierda! ¡No quiero decirle!

—Ella dijo que si, le encantó la idea —Respondo y ______ pone una cara de mil celos.

Y a mí también me encanta la idea de sacarle celos a ______.

— ¡Qué bien! ¡Felicitaciones! —Ella se levanta del sillón y me deja solo en esa casa.

Suspiro y mis hombros se relajan, aun no entiendo porque trato de sacarle celos, si ya no siento nada por ella.

Deje se sentir algo por ella, ese día en que habla pestes de mí en una entrevista, y ella también debe de haber dejado de sentir algo más por mi esas ciento de veces que también hable mierda de ella.

Saco un cigarrillo junto con el encendedor de mi bolsillo trasero, lo encendí y lo llevo a mi boca, inhalo el humo y luego lo exhalo, repito lo mismo varias veces hasta acabarlo y luego saco uno nuevo.

Ya al estar por el cuarto, me aburre y lo boto en el suelo, para luego pisarlo, miro el piso y está sucio con cenizas y cigarros.

Me rio al imaginar la cara de ______ al ver como he dejado el suelo, me levanto y salgo de la casa.

Y ahí está ella, sentada en la baldosa, tiene la cara en las rodillas y no logro escuchar lo que murmura.

Estoy decidido en irme y dejarla sola, lo que he tenido propuesto no resultara, quería quedarme a dormir junto a ella.

Me encuentro a punto de cruzar el portón, pero me detiene de la misma forma en la que yo lo hice en la mañana, con violencia.

— ¿Dónde crees que vas? —Pregunta ella, fría, llevándome dentro de la casa.

No me resisto, quiero jugar con ella.

Dentro de la casa, ella aprieta tan fuerte mi brazo, que está apunto de enterrarme sus uñas.

—Ponte a limpiar —Manda, me suelto de su mano y me cruzo de brazos.

Ella va a buscar una pala y una escoba, las sostengo con mis manos, ella me mira y va a decir algo, pero luego se arrepiente, sus ojos se vuelven llorosos y se tapa su cara con ambas manos, inhala hondo y luego lo exhala, se quita las manos del rostro y ya no tiene sus ojos llenos de lágrimas.

— ¿Hasta cuándo dejaras de humillarme? —Susurra y suspira— Barre lo que te estoy pidiendo, en tu casa puedes hacer lo que quieras, acá no.

Tengo que admitir, lo último que soltó sonó más a mi madre. Quien dice que ya la tengo harta.

Realmente quiero hacerme el fuerte, que conmigo no se mete, el rebelde, el orgulloso, pero me da pena, me da pena verla así.

Decido hacerle caso, esta es la primera y última vez que le hago caso, que acato su orden y que me dé pena.

Ahora soy quien se humilla, me humillo barriendo mi orgullo y mi rebeldía, quería hacerme el pillo, pero no resulto.

No tengo la cara o el valor para mirarla, seguramente está sonriendo, riendo, no creo, no se escuchan risas, pero aun así me da vergüenza mirarla.

Vete a la mierda, mi querido [j.b] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora