Capítulo 7: Libertad.

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POV Azula

-Esta prisión es la misma donde estuviste- Mencione mientras tomaba una taza de té, mi tío Iroh estaba del otro lado de la celda.

-Así es, ¿Por qué no has escapado?- Pregunto el con total tranquilidad, di un sorbo a mi taza y solo me quedé mirándolo.

-...-

-Se que has recuperado tus poderes, me sorprende que aún no hallas intentado nada- Deje mi taza en la pequeña mesa que había traído, él se quedó esperando mi respuesta, no sabía bien que responder.

-Aunque quisiera...no puedo- Fue lo que dije con cierta dificultad.

-¿Por qué?- Pregunto confundido, si supiera que ni yo sabía la razón del porque no había quemado las rejas y escapado hacia el exterior.

-Estuviste casi medio año hablando con el Avatar, 4 meses en trance y bueno...no estaba de acuerdo a que pasaras más tiempo en una prisión- Dijo mi tío con cierta tristeza, sabía que decía la verdad, aunque le ataque y posiblemente lo deje herido...él me había perdonado al igual que Avatar.

-Sin embargo, aquí estoy, solo que ya no estoy diciendo que quiero matarlos a todos, eso gracias al Avatar- Dije apretando mi taza, por alguna razón me generaba algo extraño el solo mencionarlo, no era enojo u odio, era algo confuso.

-Bueno, espero que pronto podamos tomar una taza de Té en una mesa, en vez de una celda- Se retiro mi tío con todo lo que había traído, estaba tranquila no me encontraba inquieta o ansiosa, simplemente estaba relajada.

-Gracias- Dije antes de que se retirara, el solo me sonrió.

.

Habían pasado casi 4 semanas desde la visita de mi tío Iroh, el Avatar venia poco y ni hablar de mi hermano quien no se atrevía a acercarse a la celda. Estaba aburrida y tenía hambre, la hora de mi comida se estaba retrasando, escuche que la puerta se abrió y observe quien había venido.

-Qué coincidencia encontrarte aquí Azula- Menciono el Avatar con una sonrisa.

-Soy prisionera- Dije suspirando.

-Aun así, es una coincidencia- Respondió este alegre.

-Tu eres quien me dejo aquí- Mencione suspirando, ¿Cómo alguien puede ser estúpido y lindo al mismo tiempo?

-¿Ves? Otra gran coincidencia- Dijo este nuevamente. Me sentía en un deja va, el abrió la celda y espero afuera.

-...- Me quede viéndolo, el solo estaba con una sonrisa a unos pocos metros de mí.

-¿Es una trampa? Si lo es, es demasiado obvia- Dije cruzando mis brazos, el no paro de sonreír.

-¿Confías en mí?- Camine dudosa hasta salir de la celda, el Avatar camino y pude sentir los rayos del sol, un día hermoso de hecho.

-¿Por qué me traes al jardín de mi casa?- Alegue sin muchas ganas de querer discutir, solo buscaba el objetivo de esta generosa acción.

-¿Quieres volver a la celda?- Pregunto Aang confundido, el tomo asiento en una roca, me quede de pie mirándole, ciertamente el Avatar era una persona de admirar, a los 12 años detener una guerra y ser el último de su cultura...me hacía sentir lastima.

-No, pero ¿Zuko sabe de esto?- Cuestione rápidamente, parecía un interrogador, Aang no dijo nada, solo ladeo sus ojos y mire detrás de mí.

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