Capítulo 12: Confusión.

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POV Azula...

-Así que es verdad...- Dijo una voz entre la oscuridad, me encontraba en la prisión, esta vez afuera de ella.

-Supongo que no debe sorprenderme tu indiferencia- Respondí sobrecargándome en la pared.

-Chiquilla tonta, me siento decepcionado- Dijo este con un tono de burla.

- ¿Y yo soy la mentirosa? – Dije sarcásticamente, aquel sujeto camino levemente, encadenado de por vida a esta jaula, a esas cadenas.

-En verdad crees que me siento intimidado- Dijo este con un tono desafiante, la verdad no creía nada de esta persona.

-Si vemos las cosas como son, yo tengo poderes y tú eres una simple persona, un no maestro que está encerrado aquí- Ilumine el lugar solo para ver el rostro acabado de mi padre.

- ¿Qué sigue ahora, hija? – Pregunto este con una sonrisa tétrica que podría asustar al más fuerte de los soldados, pero no a mí.

-Solo he venido a visitarte padre, a decirte que aun con todo lo que me hiciste pasar y hacer...te dejare vivir aquí, probablemente te llegues a pudrir antes de pedir clemencia, pero eso no me importa- Dije con una sonrisa burlona, el solo rechino entre dientes.

-Veo que te han cambiado, ¿Por qué sigues aquí? Puedes derrocar a tu débil hermano y tomar el trono y ¡SER QUIEN GOBIERNE ESTE LUGAR! - Grito este golpeando las rejas.

-La verdad...no tengo interés en dirigir la nación, Sus hace un buen trabajo- Respondí sin mirarle.

- ¿Entonces que haces aquí? – Pregunto el fastidiado y evidentemente molesto.

-Vine con el objetivo de asesinarte...- Respondí mientras que en mi mano había fuego.

-...-

-Si, así es, eres la única pieza que se interpone en mi camino, eres quien llevo al extremo y solo para dejarme abandonada, entrene para ti, luche para ti, destaque entre lo más alto solo para recibir tu tonta...- Me acerque hasta su celda observando como este retrocedía con una expresión de horror que hacía valer la pena cada segundo de ver su maldita cara-TU TONTA APROBACION, TODO LO QUE HICE FUE PARA QUE TE SINTIERAS ORGULLOSO DE MI, PERO...NUNCA LO HICISTE, SOLO FUI UNA HERRAMIENTA OBEDIENTE ¿NO? DEJAME DECIRTE UNA COSA...te perdono- Dije apagando mi fuego, mi padre se encontraba en el suelo temblando de miedo, observando con pavor al monstruo que él había creado a lo largo de los años, sin embargo, no iba matarlo, el simple hecho de verlo tan vulnerable y siendo solo un residuo de una guerra sin sentido...me hizo tener lastima, además, si lo mataba iba decepcionarlo.

-Fue una gran charla padre- Dije sonriendo, mi padre aún estaba conmocionado por lo que había visto, me retire sin más de la celda.

-Supongo que no debo decirles a chispitas de esto- Menciono la chica ciega.

- ¿Acaso viste algo? – Pregunte con falsa confusión.

-Muy graciosa llamitas locas- Respondió ella con una risa, de entre todos los compañeros del Avatar ella era la más agradable.

-No le diré a cambio de algo...- ¿Ven? Esta chica habla mi idioma.

- ¿Que necesitas niña ciega? – Pregunte mientras caminábamos por los pasillos.

-Saber la razón de porque debo decirte donde anda pies ligeros a cada rato- Comento ella deteniéndose.

-Por Agni, es más fácil buscarte ojos... ¿Por qué tanto interés? – Pregunte por su interés en mi petición, ella era la mejor opción para esa tarea, el chico sin poderes era bastante molesto, sin mencionar que habla de la chica de la isla Kyoshi, la campesina parece tener un interés en mi hermano pues he notado que se la pasan hablando mucho.

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