Capítulo 4: Conexión.

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POV Azula

Desperté debido al frio que sentía, miré a todos lados, ya no me encontraba en la isla, al ver que todo estaba en completa oscuridad comprendí que había vuelto a la prisión de hielo, una pequeña ventana cuadrada se abrió.

-Hola Azula- Era mi tonto hermano, no le respondí.

-Este fue tu último intento de escape, cuando te quedaste dormida el Avatar te trajo de regreso- Mire al frente de la celda, el dichoso avatar estaba durmiendo, algo que me sorprendió. Dejando de lado el hecho de que el avatar dormía a pocos metros de mi celda, me quedé pensando en cómo es que el debilucho me había cargado, luego pensé mejor las cosas ¿Cómo no me desperté?.

-Se quedo ahí, supongo que para asegurarse de que no intentaras escapar- En pocas palabras hizo de guardia toda la noche, igual tratar de salir sin mi fuego es una tontería.

-...-

-No quería que todo llegara a la perdida de tus poderes, pero no me dejaste opción- Zuko explico su falso arrepentimiento, el solo hecho de tener que escucharlo me generaba nauseas.

-Bueno, ahora debo irme, debo reponer el dirigible que estrellaste- Encendió una vela la cual dejo tapada con un cristal, daba algo de luz a mi oscuro cuarto de confinamiento.

.

-Buenos días...tardes, creo- Desperté luego de haber dormido un largo rato, todo debido a que alguien o algo me decía que estaba siendo observada. Al abrir mis ojos el avatar estaba frente a mí, junto con plato de comida.

-¿Qué quieres?- Dije mirando el suelo, aun sin mi fuego control los tontos me dejaron con una camisa que imposibilitaba el movimiento de mis brazos.

-Supuse que tenías hambre, fui por algo de comida- Dijo este sonriendo, mi expresión era fría, seca, seria, cortante, suspiré pesadamente.

-¿Por qué estás aquí? No puedo salir sin mis poderes- Dije preguntando la razón del porque el avatar estaba en mi celda.

-Y tampoco comer con eso- Vi cómo se puso de pie y quito los seguros de la camisa, pude sentir la sangre fluir en mis brazos, doblo la camisa y la coloco a un lado, hizo que el suelo de hielo de mi celda se volviera una mesa y coloco la comida sobre esta.

-...- Con su cara sonriente el solo se quedó observándome.

-¿Cómo me trajiste aquí?- Pregunte al momento de tomar la comida.

-Tienes el sueño pesado- Menciono el con una sonrisa irreverente para mí.

-Y tú no tienes músculos como para cargarme- Señale sus delgados brazos.

-Te sorprenderá saber que detuve a una piedra, y eso fue mucho antes de poder hacer tierra control- Dijo el sonando orgulloso de ello, mientras escuchaba su respuesta aparte la carne de mi comida, era simple carne cruda, nada en comparación a la carne de mi nación.

-Debió ser una piedra pequeña- Dije sin apartar la vista de mi plato.

-Técnicamente fue Toph la piedra- Alce mi ceja para luego verlo de reojo, la comida fue un asco, pero al menos era mejor a la que me daban los guardias de esta celda.

-¿Cuál es tu nombre, avatar?- Pregunte luego de terminar mi comida.

-Me llamo Aang- Respondió tranquilamente, tomo el plato y lo coloco debajo de la puerta de hielo, alguien vendría por eso. Luego con tranquilidad volvió a colocarme la camisa, aunque ahora no sentía aquello tan ajustado.

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