Anexo 1/3.

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POV Azula.

El tiempo es como dicen otros, a veces lo tienes, a veces no, lo importante de esto es que quizás en ocasiones tenemos mucho de sobra y no hacemos nada con eso, luego nos quejamos de cuando nos falta, es tiempo es un juez injusto, hace largos los días que quisiéramos que pasaran rápido, pero cuando queremos que el mismo pase lento...todo parece muy fugaz.

-Quizás fuiste un monstruo, manipulador, sádico, demente...pero al fin de cuentas...fuiste un padre...aunque decirlo es mucho por lo poco que hiciste- Dije a la foto de Ozai, a mi lado estaba mi hermano, el señor del fuego Zuko.

-Creo que son las palabras que mejor describen esto- Menciono este con una leve sonrisa.

-¿Cómo vas con tu hija?- Pregunto por mi sobrina, una linda niña que hace fuego control, bastante buena para su corta edad y sabiendo que viene del linaje vas débil.

-Izumi es bastante tranquila ¿Cómo vas tu?- Ambos caminamos un rato hasta tomar asiento y seguir con nuestra charla de cada mes.

-Ser madre es sencillo, lo difícil es parir niños, ahora respeto un poco más a nuestra madre- Él sirvió un poco de té nuestra relación de hermanos era mejor ahora de adultos de lo que fue de jóvenes.

-No necesito detalles, me desmaye cuando nació Izumi- Confeso este con un tono nervioso.

-Me imagino, le pedí a Aang que no entrara conmigo...fue un error que cometí- Dije suspirando algo melancólica por recordar cuando nacieron mis hijos.

-¿Cómo están tus hijos?- Pregunto Zuko curioso sobre la crianza de sus sobrinos.

-Haruki es bastante inquieto, supongo que es normal siendo que es maestro aire, por otro lado...mi hija Hikuri es muy...Yo- Dije mirando mi taza de té.

-¿Te agrada uno más que otro?- Rei levemente, tener favoritismo es lo que hizo que odiara a mi madre en algún momento, sin embargo, mis dos hijos eran lo mismo a mis ojos.

-Para nada, ambos son buenos a su manera, aunque uno sea mejor que otro en algunas cosas- Había que decir que Haruki era bastante bueno en su área de aire control, pero también un luchador nato que pese a tener un elemento no tan destructivo era bueno. Por otro lado, Hikuri era bastante buena en su fuego control.

-Eso es bueno, ¿Mas té?- Pregunto el con una sonrisa.

-Créeme que Iroh estaría alegre de que ahora prepares un buen té- Hacia tiempo que nuestro querido tío había muerto, curiosamente fue el día de apreciación del té.

-También lo extraño- Confeso este.

-Bueno, como siempre es bueno hablar contigo- Dije levantándome de mi asiento.

-Lo mismo digo-

.

De regreso a mi hogar note a Hikuri practicando un poco su fuego control, aun era joven para que le enseñara a tirar rayos, por otro lado, Haruki estaba de vago.

-¿Dónde está tu padre?- Pregunte al notar la ausencia de mi esposo.

-Meditando- Dijo mi hija respirando profundamente.

-Mejora tu postura, si pones el peso y no cuidas tu centro de gravedad vas a caerte- A pesar de venir de un gran linaje aun tenia bastantes errores que cubrir.

-Entendido-

.

-¿Qué no debes vigilar a los niños?- Pregunte a mi esposo quien estaba meditando.

-Les dije que no se fuera lejos, de lo contrario se las verían con su amable madre- Contesto este con una gran sonrisa.

-Ja, buena advertencia- Se acerco a mi para darme un beso, imagina tener al hombre mas poderoso estar conmigo nos vuelve la pareja más fuerte, si quisiéramos conquistaríamos el mundo...pero me conformo con que el sea parte del mío.

-Tengo un par de problemas con el consejo- Menciono este.

-¿50 años y no puedes hacer un informe?- Sabia que mentía, pero igual no me importaba.

-Digamos que me gusta tener una excusa para estar contigo- Sin duda Aang era un hombre bastante torpe, pero amable al mismo tiempo.

-Fingir que vamos a practicar es una- Aunque es una excusa que termina en "otra" practica.

-La ultima vez que hicimos una práctica nació Haruki, ¿Qué cuenta Zuko?- Pregunto por mi hermano.

-Que la paternidad es genial, hablamos de Iroh y bueno...creo que ya no me desagrada tanto- Aang rio un rato, aunque expresar mis emociones era algo raro en mí, cuando estaba con él era fácil poder ser menos fuerte.

-Supongo que en el fondo...- Suspire algo feliz, de cualquier forma, el que me lleve mejor con mi hermano ahora era algo de esperarse.

-Si, lo es-

-Bien, ¿Tienes algo que hacer hoy?- Me pregunto Aang con curiosidad, para ser un adulto no había cambiado nada su personalidad.

-Ademas de ayudarte...no- Dije intrigada por saber que era lo que tenía en mente.

-Podríamos mandar a los niños un rato con Toph- Era malo para tratar de sonar sutil, pero algo que me encantaba de este.

-¿Y que haremos cuando ellos no estén?- Pregunte acercándome a este, aun con el pasar de los años me gustaba verlo nervioso cada que me acercaba, en esta ocasión era afortunada de verlo temblar levemente.

-Ruido...-

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