Día 1.

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#PrideMonthShips
#Dia1

¿De qué fue su primera conversación profunda?

Marco y Kyle tenían tiempo conociéndose de forma superficial, básicamente un día ambos se coquetearon en un bar una noche y la satisfacción de sus cuerpos uniéndose en una noche de sexo y desenfreno fue suficiente para mantener una relación de sexo ocasional.

Eso era básicamente todo se veían, satisfacian sus urgencias carnales y simplemente se despedían sin más. Fuera de sus nombres completos y gustos en alcohol o música no se conocían, su primera conversación profunda fue una noche como cualquier otra, Marco llamó a Kyle y las cosas rápidamente subieron de temperatura, pero antes de continuar el moreno alejó al chef de su cuello.
Pidió una disculpa, de un momento a otro ya no se sentía con ganas de coger, ahora buscaba algo más cálido y reconfortante que una simple noche de sexo así que después de la interrupción esperaba que Kyle lo dejara solo para poder llamar a Miguel o algún otro amigo en busca de compresión.

Pero fuera de todo parametro el chico de apariencia ruda simplemente acató a la orden de alejarse, se colocó la camisa que previamente le quitó Marco y se volvió a recostar a su lado en la cama sin decir una palabra, ambos miraban al techo con el pensamiento perdido.

—¿Quieres que me vaya?— Preguntó Kyle después de unos minutos al ver como el silencio se extendía por todo el cuarto.
Marco dejó de divagar y contemplar la vida misma a través del material del techo y se giró en la cama para observar al asiático, el chef correspondió el gesto ahora se veían uno frente al otro con calma, era la primera vez que se miraban detenidamente sin tenerse uno sobre el otro gimiendo o en una situación más comprometedora.

—No quiero que te vayas, pero tampoco entiendo ¿por qué te quedaste?

—Te veías algo distraído desde que llegué, quizá yo no sea la mejor compañía para una charla reconfortante pero tengo la necesidad de no dejarte solo por el momento.—Marco soltó una risa suave y corta que hizo sonreir de lado a Kyle.

—Jamás imagine que pudiera salir de ti una frase tan cursi como esa.

—Mmm... Quizá sea cursi, pero es honesta. ¿Me dirás que es lo que ronda por tu cabeza?— La mirada ámbar de Marco se encontró con la obscura de Kyle, tenia una mirada repleta de misterio para él, pero era cálida y el moreno se creía capaz de confiar en esos ojos a pesar de ser básicamente un par de extraños.

—Cuando tenía seis años mi madre hizo sus maletas y se fue de casa, nos dejó a mi padre y a mí solos, no nos dijo a donde iría o porqué se marchaba, simplemente desapareció.
Gracias a que mi abuela nos aceptó de regreso en su casa, fue que mi padre y yo salimos adelante. Pasé dieciséis años sin saber de esa mujer, no estuvo conmigo en ninguno de mis cumpleaños, graduaciones, ¡nada! Y ayer que estaba tocando en el parque la vi pasar, iba abrazada con un hombre y de la mano llevaba a un niño, un niño quizá de ocho años.
Quise creer que eran ideas mías, que simplemente no era ella, pero no cualquiera tiene este par de ojos ámbar, no conforme con eso ella me reconoció, me saludo agitando el brazo y dejó algo de dinero en mi estuche así como un trozo de papel con su número telefónico.— Marco soltó un suspiro largo y cansado, realmente no sabia como sentirse con eso, esa mujer lo dejó a su suerte solo siendo un niño y aparecía sin más pidiéndole silenciosamente que se pusieran en contacto.
Kyle solo escuchaba las palabras del moreno en silencio.

—¿No crees que es algo hipócrita? Es demasiado descarado intentar ponerse en contacto conmigo después de dieciséis años y presumiendo la nueva familia que a hecho...
Todas las noches que lloré gritando que volviera ella jamás estuvo ahí y ahora simplemente aparecer así y pedir algo como llamarla es demasiado.— Sin intensión Marco dejó caer una lagrima que corrió por su mejilla hasta mojar su colchón, solo entonces se sintió ridículo por estar hablando de eso con un chico al cual solo había visto para coger en algunas ocasiones, se sentó en la orilla de la cama limpiando la estupida lágrima y de nuevo se disculpó con Kyle.
El azabache simplemente envolvió la cintura de Marco con sus brazos y recargó su rostro entre el cuello y hombro del moreno dándole un abrazo, fue algo íntimo y especial, lo suficientemente para que diera rienda suelta a dejar salir todas las lágrimas que tenía por llorar y un montón de balbuceos no muy comprensibles.

Cuando Marco se calmó un poco, Kyle se sentó a su lado y tomó su mano con la delicadeza con la que tratas una mariposa. Lo miró directo a los ojos y le aconsejó que viera a su madre si se encontraba listo para ello, de lo contrario podía simplemente dejarlo pasar.
Después de dejar salir inquietudes y que Marco decidiera reunirse con ella, Kyle se ofreció a acompañarlo en caso de necesitar apoyo moral y aunque durante la charla solo eran el moreno y su madre, el chef llevó a Marco hasta el punto de reunión y esperó con paciencia que terminaran de hablar para acompañar al chico de regreso a su hogar.

Definitivamente en ambos había algo más profundo que solo una llamada para sexo, pero eso lo averiguarian después.

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