Día 8.

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#PrideMonthShips
#Dia8

¿Como agarraron valor para confesarse?

Ambos chicos tenían un ritual de apareamiento fuera de lo común para el resto del mundo, no es como que se gustaran y de inmediato tuvieran el valor de ir a decirle al otro sobre sus sentimientos. No, ambos eran bastante inexpertos en el tema, Kyle porque solo había recibido confesiones y nunca se había confesado primero y Marco porque nunca se había visto en la necesidad de confesar algo pues el mismo se encargaba de botar a todos sus pretendientes en menos de una semana.

Entonces cuando se dieron cuenta de sus sentimientos, comenzó la guerra de indirectas, que hasta un ciego podía ver.
Comenzó relajado con ambos dejando muy en claro que nunca habían tenido tanta confianza con alguien más, eso escaló con rápidez a convertirse en el moreno enviándole a su amigo videos cantándole que procure coquetearle más y no repara de que hará, mientras que Kyle se hacía con la mala costumbre de irle a llevar el almuerzo cada vez que podía.

Citas casuales, tomarse de las manos cuando iban caminando, coquetearse descaradamente en cualquier momento posible, dedicarse canciones, frases de libros, ya todo el continente estaba seguro de que esos dos se amaban, así como ninguno tenia los pantalones para confesarse.
El día que se citaron para ir a probar una nueva pizzeria que se abrió a las afueras de la ciudad es el día que el chef decidió que se portaria como adulto maduro y le confesaria al de ojos ámbar sus sentimientos por él.

Tan solo la noche anterior no pudo conciliar el sueño, se terminó dos cajetillas de cigarro en una insana cantidad de tiempo, además que Tuercas, su perrito, fue acariciado en contra de su voluntad todo el día cosa que el pequeño bulldog agradeció, pues Kyle solía ser muy tacaño con sus mimos.
Y todo para llegar a ese momento, se tomó un whisky para el camino porque los nervios no se iban y no quería terminar su tercera cajetilla en menos de un día, pasó por Marco en su motocicleta y casi se arrepiente cuando lo vio salir de su edificio luciendo todo guapo y arreglado, eso hizo que sus nervios salieran a flote.

Condujo tranquilo, no muy seguro si el problema era el alcohol que se tomó antes, los nervios de su futura confesión o lo mucho que disfrutaba sentir los brazos de Marco envolviendo su cintura.
Llegaron al lugar, era al aire libre y las pizzas se horneaban en un horno de piedra, se sentaron en taburetes hechos de troncos, estaban sentados uno frente al otro conversando tranquilos a la luz de la luna y velas con una buena copa de clericot y Kyle un vaso de agua por motivos de seguridad vial.

El azabache se ponía cada vez más nervioso al ver los destellos de la vela iluminar calidamente ese par de ojos ámbar que tantos supiros le habían robado. Era ahora o nunca.

—Marco tú me... Me... Meee... Permites un momento, voy al baño.—Y así terminó por ir a esconderse a los baños para llamarse idiota constantemente hasta relajarse.
Sabía que el podía con eso, era bastante obvio que Marco le correspondía o eso aparentaba, no podía descartar la opción de que solo lo buscara como a un amigo.

Cuando pasaron unos cinco minutos, salió con la energía renovada de macho, iba a ir ahí se  iba a plantar frente al músico y le iba a confesar de la forma menos poética del mundo lo mucho que le hacía sentir.
Llegó a la mesa donde su mejor amigo ya había terminado con su copa y lo esperaba con tranquilidad murmurando en voz baja una canción que solía cantar cuando estaba nervioso. Lo vio y sonrió de lado, gesto que el chef imitó.

—Disculpa la tardanza, Marco hay algo que me gustaría decirte.

—Kyle, me gustas.—El moreno apartó la vista apenado y sintió la sangre subir a sus mejillas llevaba todo el día llorandole a Miguel que no tendría el valor y después de una tercera copa de vino decidió que si no lo decía de una vez iba a terminar por explotar.
Así que ahí estaba una reacción que esperaba el chico que tanto le gustaba estaba completamente congelado en su lugar y lo veía como si le hubiera crecido una segunda cabeza, en definitiva estaba a punto de ser rechazado.

—Marco, tú también me gustas.—Respondió el más alto soltando una risa apenada después de eso.
—Llevo toda la noche tratando de reunir el valor para pedirte que seas mi novio.—Después del shock inicial fue turno del chico de ojos ámbar para reír apenado y soltar los nervios, era correspondido, parecía un sueño, no importaba  lo mucho que Miguel le aseguró que todo iba a ir bien, por primera vez en la noche pudo relajarse. Había valido la pena perder toda la mañana en escoger el atuendo perfecto para la ocasión.

—¿Entonces?

—¿Entonces, qué?—Preguntó el chef ante la duda del moreno, hasta que recordó el minúsculo detalle que en efecto aún no le había preguntado nada.
—Marco... ¿Quisieras ser mi novio?

—Pensé que nunca ibas a pedirlo.—Afirmó el músico posandose junto a Kyle y pasando sus brazos tras la nuca de su ahora novio y alzando las puntas de sus pies para poder besarlo.
Acción que el mayor correspondió con gusto llegando a levantar un poco a su ahora pareja.

Lors~*

Marco tomó valor que necesitaba por medio de quejarse, ir de compras por un outfit chingon y alcohol.
Kyle tomó valor por medio de cigarros, muchos cigarros, un poco de alcohol y acariciar a Tuercas el bulldog hasta el cansancio. xD

Marckyle Pride Month Donde viven las historias. Descúbrelo ahora