20. Una revelación.

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ROXANNA.

Estoy en la habitación sentada sobre el sofá mirando mi anillo de casada, estoy herida espiritualmente porque desde que Víctor encontró mi bolsa no ha hecho más que colocar distancia entre los dos. Esto es terrible para mí que no tengo ánimos de nada más que dejar todo tirado y volver a casa pero desde mi óptica yo no tengo a donde ir porque no quiero estar cerca de Uriah.

No entiendo que carajos sigue haciendo en la Manada Volkov dónde abiertamente no es bienvenido, estoy contando los días para que desaparezca y me deje en paz porque cada vez que dice que se va expresa una nueva excusa para quedarse.

Y todavía queda el tema de la bala de Icor que mantengo en mi poder porque no sé que hacer con ella, no encuentro respuestas a nada que me diga que es lo que está pasando o si de verdad estoy en peligro. La bala que yace en mi mano es una detonante que atribuirá una guerra entre cefiranos y lobos, nadie debería poseer una arma tan letal para los Fae como la sangre de los dioses feericos.

La abuela Aurora se enfadará mucho si llegara a saber que alguien intento hacerme daño y eso significará el fin de la alianza. Temo más por eso que un posible embarazo, en esto hay mucho en juego en especial porque el Icor es algo totalmente prohibido que las últimas reservas fueron destruidas mucho antes que la abuela tomara el trono como Reina Verde.

Solo hay una persona en el mundo que puede sacarme de mis pensamientos y ese es Uriah, aunque no lo quiera debo tratar con él.

Esto tiene que ser obra de el, lo siento en mis venas.

Voy a casa de Valentina y me presento, Víctor está en el recibidor tomando un café con ella pero cuando me ve en el recibidor decide retirarse. Me gustaría gritarle en la cara, decirle que es un estúpido y que su drama no me afecta en tristeza porque aún sigo en pie.

—Vengo a ver a mi padre.

Valentina mira de Víctor a mí y luego suspira cuando el abre la puerta y desaparece tras cerrarla.

No pienso rogar, no he llegado a Valentina por el sino por el hombre que me mira con una sonrisa en su rostro.

— ¿Quieres ir al estudio?

Abro mis ojos porque me enfada saber que hasta se toma atribuciones que no le conviene como si la casa de Valentina fuera de el.

Allí es cuando entiendo que Uriah y Valentina tienen una especie de amorío que me llena de asco el estómago, así es como estoy segura que mi padre ya tiene algo tramado para los Volkov.

Me lleva al estudio y me encierra con el pero yo mantengo mi distancia.

—Por fin te dignas a hablarme y por tu cuenta.

Le dejo la bala de Icor en la mesa para probar mi teoría pero el solo me mira sin emociones.

—Esto se lo saqué a Tatiana de su hombro. —Trato de mantenerme tranquila pero no puedo, estoy cansada de seguir su juego donde se que no le importo para nada en su podrida vida: —Quiero que dejes de hacer lo que tengas pensado hacer y te marches, deja a Valentina y a los Volkov en paz porque si sigues aquí voy a abrir mi boca a todos los cefiranos para que sepan las atrocidades que has hecho no solo conmigo sino con toda nuestra gente.

El solo suspira profundamente y me se sienta en la silla del escrito de Valentina como si fuese el dueño del lugar.

—No lo haré. —Me sonríe sin tener vergüenza. —Me gusta dónde estoy.

— ¿Es esa tu afirmación en la que me dices que te quieres quedar con La Manada Volkov?

El niega. —Esta es mi afirmación que todos están bajo mi poder y debe de ser así, mírate. —Me señala. — ¡Eres la Gran Alfa Regente!

SERIE MANADA NÓRDICA 1: La Luna Prohibida *Finalizada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora