SERIE MANADA NÓRDICA 1: La Luna Prohibida *Finalizada*

22. Sorpresas.

🌖

VÍCTOR

—¿Qué es lo que acabas de decir?

—Que te amo, Víctor.

— ¿En en serio?

Mi corazón se detiene por un momento, mi vida ahora está completa y por el instante mi dolor se apaga para dar a luz a un sentimiento lleno de emociones cálidas. Roxanna no dice mentiras, sus ojos verdes esmeraldas me dicen que incluso cuando ella se sorprendió de lo que dijo siguió adelante, mi esposa me ama y eso me hace sentir como un niño apenado.

— ¿No es broma, Rox?

Ella sonríe y niega, no sé en qué orden porque estoy en modo soy-un-idiota así que lloro como un estúpido, ella me inspira una felicidad extrema que no quiero perder por nada del mundo.

—Todo va a estar bien para los dos. —Me da un beso, el sabor de Vodka en nuestros labios y lengua es una detonante para demostrarle cuanto la he echado de menos.

Es mi mate, mi esposa y mi nuevo propósito en esta vida, he perdido pero aquí estoy en pie por mi Roxanna, no puedo dejarla a un lado de todo y creo con firmeza que lo de la confianza se construirá poco a poco. Ella se levanta de mi regazo colocándose de pie frente a mi y lleva su larga cabellera rubia por detrás de sus hombros seduciéndome, en un instante está colocando sus manos sobre sus pechos acariciando como si fuese yo quien los tocara.

Roxanna lleva un vestido de lana gruesa en color gris con mangas largas hasta el codo, el estilo del cuello es alto en forma de tortuga con una cremallera delantera que ella desliza hacia su ombligo dejándome ver su sostén negro con encaje de decorados grises a modo de contraste. La veo retirar la ropa sacando los brazos de la tela para después comenzar a deslizar por sus caderas el resto de ella con toda la suavidad posible mientras gira para mostrarme su cuerpo en llamas.

Me gusta su conjunto de lencería y como se adapta con elegancia a su cuerpo, ella me tiene hipnotizado cuando aún vestida con su ropa interior se acerca a mi para inclinarse y besarme demostrando que soy suyo así como ella es mía. Mi dolor no se ha ido por mi perdida pero ahora quiero sujetarme a la vida para más nunca huir, quiero quedarme aquí para esperar mi futuro a su lado.

Ella me quita la chaqueta, luego la camisa y se arrodilla para llegar a mi pantalón, mi ego sobresale porque es caliente verla con sus medias negras y tacones grises. Pero nada supera el hecho de verla jugar de rodillas con mi miembro al sostenerlo con sus manos, ella comienza despacio jugando con su lengua degustandome por completo desde la punta.

Sexo de reconciliación, así se llama y de repente ella está succionando mi eje de forma completa, eso sí que es motivador. La ayudo colocando su suave cabello por fuera de su hombro y ella está concentrada en satisfacerme con su boca caliente. Me libera con un ligero sonido de "plop" y me sonríe, me siento tan bien que estoy que salto de alegría por ella.

Ella me tiene con una buena erección pero yo la miro con mucho cuidado.

— No tengo preservativos. —Le digo siendo honesto. —Mandé a quemar todas tus cosas.

Ella niega y sonríe. -No te preocupes. -Ella me besa y se quita con cuidado el sosten dejando ver sus pechos rosados y llenos para mí: -Todo va a estar bien.

Los lanza a un lado. -Ven a nuestra cama.

Toma mi mano y me hace seguirla, se adelanta y me hace colocarme de espaldas sobre el colchón. Ella sonríe, toma la cintura de mis pantalones y la pieza de tela se desliza fuera de mi muy rápido. Mi hembra me conoce tan bien que sabe lo que quiero asi que sube sobre mi y algo nuevo pasa cuando me acaricia con sus pezones.