SERIE MANADA NÓRDICA 1: La Luna Prohibida *Finalizada*

21. Tristezas y realidades

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VÍCTOR

Un río de ataúdes sencillos pasa por todo el camino de la Villa Volkov como señal que la Gran Casa de Fenrir en Europa Nórdica cayó en una sola terrorífica noche. Hembras y machos hacen un corredor a lo largo de lo que será el nuevo cementerio de La Manada, ellas llevan guirnaldas mientras ellos llevan sus mejores atuendos para despedir a sus más de veinte niños, veinticuatro hembras y treinta y siete machos, todos hermanos, hijos, nietos, sobrinos, primos, amantes, mates...

Aquí no hay línea primaria o secundaria, aquí todos hemos perdido por igual debido a que nuestros enemigos supieron moverse con toda la cautela para dar un golpe de tal magnitud que hace que nuestros corazones se quiebren en el acto.

Mi corazón está igual o peor de frío que la nieve que cubre alrededor, debería sentir algo pero estoy bloqueado tengo que ser libre pero al mismo tiempo soy un padre que perdió a su tesoro más sagrado. Los sacerdotes y religiosos de nuestra casa dan paso a la ceremonia comunal y se nombran a las víctimas las cuales van enterrando de uno en uno no por rango pero si por unidad de familia para que los vivos puedan velar por sus muertos en orden.

Llega el turno de Elena y su hijo Thomas, mi hermana se ha llevado el secreto a la tumba y ahora la acompaña un cachorro de cual nunca sabremos quien era su padre. Mi madre está muy afectada, Pavel intenta hacerle entrar en razón pero no puede; de sus hijos ahora quedamos él, Tatiana, Victoria, Timofei y yo.

Stanislav y Vladimir no dicen nada, Stanislav no tiene ni una pizca de dolor ahora que su hijo Cedrik ha nacido en medio del asalto. Ahora es cuando sé que el Perro Mayor querrá que yo no dure lo suficiente en el poder para nombrar a su bastardo.

Aquí es cuando tengo que cubrirme las espaldas, cuando debo tener cuidado y cuando debo odiar a todo el que me cause mal directa o indirectamente.

Aquí es cuando no pienso tener compasión con nada que sea amenaza para mí.

El turno de mi Nastia llegó, mi hija amada ahora está muerta y nada la puede revivir.

Debo mantenerme así de fuerte como líder pero no puedo porque soy un padre que ha perdido a su hija de seis años de una forma estúpida. Todavía no entiendo cómo es que la estructura de los refugios colapsara y todavía no puedo entender cómo es que caímos en una absurda trampa.

Yo solo fui a ver una amenaza en los límites y de repente nos atacaron, la única señal que tengo para iniciar mi venganza es Ekaterina Medved pero esto va más allá de una mujer con un pasado maldito. Nadie puede explicar cómo es que llegaron tantos explosivos, así como tampoco pueden alcanzar a explicar de donde salieron los atacantes debido a que eran humanos entrenados militarmente con conocimiento acerca de nosotros.

Una mano alcanza mi hombro y veo que se trata de Sergei, él también ha perdido igual que yo pero sus ojos estan peor que los míos.

— ¿Te piensas quedar con los brazos cruzados, Vitya?

Yo niego, una lágrima sale de mi ojo cuando Roxanna llora sin consuelo en la tumba de mi hija, con esto debo pedirle disculpas porque he sido demasiado egoísta con ella.

Debo decirle que me ha hecho falta y que ahora más que nunca la quiero tener cerca.

Después de los actos fúnebres todos los Volkov de la línea primaria nos reunimos en una segunda casa mayor pero más pequeña, allí estamos en un profundo silencio mientras bebemos vodka.

El abuelo es el primero en romper el silencio. —Мы похороним наших людей с честью (Enterramos con honor a nuestra gente) —Dice muy calmado. —Они дали нам так сильно, что потребуется время, чтобы прийти в себя. (Nos han dado tan duro que tardaremos en recuperarnos)