23. El castigo de la Gran Alfa.

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ROXANNA

-Es peligroso lo que está haciendo.

Amina me mira con cuidado y yo niego mientras sigo escribiendo mis notas, me falta una última parte que debo ejecutar antes que las luna llena se coloque en su esplendor.

- ¿Por qué no le dice al Joven Amo lo que está pasando en realidad? -Me pregunta con preocupación: -El sabría que hacer con respecto a su padre y a la dichosa maldición, usted sola no puede tomar las cargas.

- No. -Le digo con mucha tranquilidad: -Puedo resolver esto sola, todo va a estar bien.

-No quiero echar la mala suerte pero esto es peligroso.

-No lo será. -Le insisto muy tranquila. - Debo esperar la luna llena y con los ingredientes podré anular la maldición.

La voz de Tatiana suena en mis oídos muy molesta y escondo mis escritos, ya es común tener su presencia en casa por seguridad pero no olvido que ella no se ha ganado mi confianza.

- ¿Pueden creerlo? -Dice ella con evidente fastidio. -Georgia hizo una fiesta de te y no me invitó, es una maleducada.

-En seguida le serviré el té, señorita. -Le dice a Amina tranquila. - Con dos de azúcar.

Tatiana parece encontrar la felicidad en ello y asiente con la cabeza: - ¡Gracias, eres un encanto!

Una vez que Amina se va a la cocina ella me mira con cuidado.

- ¿Está todo bien?

- ¿Debería no estarlo? -Le pregunto con pereza.

-Últimamente andas muy distante. -Ella me señala. - De la casa mayor a esta casa y resulta que aquí estás encerrada entre muchos libros.

-Me gusta leer.

- ¿Y eso qué? -Ella toma un silla y se sienta a mi lado notando que usa botas a las rodillas con tacón y unos vaqueros ajustados.

- ¿Dónde has dejado tu moda de monja católica?

Ella me mira tranquila y sonríe de forma estúpida: - ¿Ves por qué ya me estás agradando un poco? -Ella se levanta con elegancia y da la vuelta lentamente: -Nadie lo había notado pero fuiste la primera.

-Si pero el top no combina. -Le digo. -Es demasiado revelador que altera tus caderas y hace ver tu trasero grueso.

Ella abre la boca y busca el espejo dentro del estudio. - ¡Estoy gorda!

-No estás gorda. -Le digo con calma: - ¿Desde cuándo las lobas se preocupan por su figura?

Ella me mira con los ojos abiertos. -Tu no sabes nada de mi.

-No lo sé. -Menciono tranquila mirándola -Pero ya conseguí una maestra que ayudará sin costo alguno en la enseñanza de los niños y los adultos.

- ¿Quien? -Me pregunta emocionada.

-Mi prima Kassandra Winterly.

Tatiana arruga la cara y me mira con asco. - ¿Más Fae a estas tierras?

-Es necesario educar a la gente, Tatiana. -Le respondo con suavidad para no crear cierta tensión incómoda: -Ella es educadora profesional, es experta en pedagogía universitaria y ha trabajado en escuelas internacionales.

SERIE MANADA NÓRDICA 1: La Luna Prohibida *Finalizada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora