10. Se encienden las alarmas.

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🌒

ROXANNA

—Hola.

Víctor se acerca y me sonríe, trata de mantenerme tranquila pero eso es imposible porque todo a mi alrededor me dice que estoy en problemas. Cada minuto se transforma en hora y cada hora en días, estoy esperando a Uriah pero al mismo tiempo intento calmar las tensiones tratando de explicarle a Amina que está confundida. 

Pero la mujer es muy terca y dejo todo así, ya no me queda más que esperar a que todo se acumule encima de mi.

—Hay una celebración muy importante. —Su emoción es evidente mientras me sirve un chocolate en la mesa del recibidor. —El Gran Alfa cumple años hoy y debemos aparecer.

— ¿No puedes ir tú solo?

El parpadea y niega, suspira y me hace sentir que estoy mal.

—No tienes que demostrarle a nadie lo que importante que eres cuando de verdad ya lo eres. —Se muestra muy sabio y me da una sonrisa: — Por otro lado si no haces algo para cambiar las cosas vas a quedarte encerrada y tienes que sacar las fuerzas posibles para enfrentar a todo lo que te haga mal, tienes que ser valiente. 

Yo abro mi boca para decirle algo pero justo en el acto me besa, cada vez que quiero protestar lo hace y parece que ya se le ha hecho costumbre. Justo cuando deja de besarme lo miro algo irritada pero él no me sigue sino que me besa en la mejilla.

— ¿Va a ser así siempre?

El da una afirmación con la cabeza y después sonríe. —Cuantas veces quiera y pueda.

— Debo tener al menos una oportunidad de protestar.

—Probablemente pero hoy es un buen día.

Está feliz y me gusta verlo así, me gusta que este lado de él sea asi para siempre pero bien sé que es así conmigo porque debe mantener un perfil de líder serio y perfecto.

— ¿Por qué es el cumpleaños de tu abuelo?

—No. —Me dice. —Hoy tendré a mi hija conmigo y quiero que aprendas lo más que puedas para que te comuniques con ella porque sé que se llevaran muy bien.

— ¿Por qué no la tienes contigo?

—Reglas de la Bratva para todas las féminas. —Responde de forma rápida: —Cuando la madre está ausente la abuela o las tías se encargan de la educación de una cachorra; en el pasado cuando un Lupei perdía a su mate el macho reflejaba su perdida en su propia hija que cuando estas empezaba  a madurar las tomaban como compañeras.

Abro mi boca y el sonríe. — ¡Es solo el pasado!

— ¿De cuánto tiempo estamos hablando?

—Mi abuelo y dos de sus hermanos son hijos de mi bisabuelo con su propia hija. —Contesta. —Sergei es una muestra que la biología o el parentesco no importa.

— ¿Por qué dices eso?

—Porque es hijo de mi tío Kirill con su medio hermana Vera.

Quedo sorprendida ante tal afirmación que luego lo miro ceñuda.

—Ahora me vas a decir que tú mamá es medio hermana de tu papá.

—Nop. —Dice arrastrando la p de forma cómica. — Mi madre es hija de una hermana de la abuela Xenia.

SERIE MANADA NÓRDICA 1: La Luna Prohibida *Finalizada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora