Escenas extras de Te enamoraré

Capítulo 12 "Ya lo veremos"

Ya lo veremos

Me río cuando le quito la pelota a papá y este se queja. Además no conforme con eso trata de hacer trampa quejándose de que esta viejo.

-No te creo-aseguro.

-Un día de estos moriré de un paro cardiaco y te arrepentirás de no hacerme caso.

-Mamá dijo que toda tu vida has dicho lo mismo y sigues aquí-me río y doy la vuelta pero cuando lo hago casi choco contra un niño pequeño. Prácticamente salto tratando de esquivarlo y caigo de pie.

Lo malo no es eso.

Lo malo es que pierdo el control que tenía sobre la pelota y esta al rebotar contra mi pie sale disparada sin control alguno. La sigo con la mirada y abro los ojos cuando veo que va directo a Trina.

-Joder-mascullo y corro detrás de ella.

¿Qué tiene esta chica con los balones?

Cuando la pelota va a llegar a ella una de las chicas a su lado se percata y grita su nombre, Trina voltea hacia el otro lado la cabeza y salto cuando la pelota va a estrellarse contra ella. Mi cuerpo choca un poco con el suyo por el impulso que tome pero no llego a tumbarla.

Suelta un pequeño jadeo mientras se tensa. Me alejo de su cuerpo y con una sonrisa la miro.

-Lo siento por eso Trina-le digo.

-N-no...no importa. Parece que siempre atraigo las pelotas, así que no te preocupes. Gracias por evitar que me golpeara.

-No hay de qué-le digo y me giro pero su mano me retiene cuando voy a irme, así que volteo extrañado. Me sorprendo cuando al verla de nuevo, su cara está muy sonrojada-¿Trina?

-Y-yo...yo quiero decirte algo.

-Uhm, claro. ¿Qué cosa?-sonrío un poco incómodo pero ella no responde-¿Trina?

-No, no es nada-me suelta y sonríe-Gracias, debo irme.

Asiento y la veo irse, la sigo con la mirada extrañado y luego vuelvo con papá. Le lanzo la pelota y él la atrapa.

-Para estar viejo tienes buenos reflejos-bromeo y sonríe negando.

Continuamos el juego en donde lo dejamos y para cuando acabamos de jugar, nos sentamos en la gradas para tomar agua. Voy a tomar otro bocado de agua cuando papá me ve.

-Alan...

Trago y lo veo.

-¿Qué sucede papá?

-Sé que antes bromeaba sobre lo de Trina, pero creo que ella va muy enserio con eso de fijarse en ti.

-No lo creo-murmuro-Creo que solo esta confundida.

-¿Una confusión de años?

No digo nada. Él suspira y se para. Pone su mano sobre mi hombro y me dice que vayamos a casa. Asiento y le sigo.

No me gusta lo que insinúa papá, porque se siente extraño. El solo pensar en Trina sintiendo algo por mí es incómodo, porque yo ni siquiera la veo como una amiga.

Jamás la he visto de ese modo. No creo jamás hacerlo.

***

Ver a Trina todo el tiempo esperándome después del entrenamiento se ha vuelto algo tan común, que cuando la veo solo puedo coger aire y sentir la mano de Darwin apretar mi hombro para luego irse.