Asalta tumbas y sonrojos
Estoy jugando con fuego.
Soy consciente de ello cuando acerco mi rostro a su cuello y se tensa mientras suelta un jadeo bajo.
-¿Por qué últimamente terminamos de esta manera?-pregunto más para mí mismo que para ella-Es mucha...tentación.
Mucha era quedarse corto, tal era esa tensión que me mataba no tocarla. Incluso cerrar los ojos no era una opción, no confiaba mucho en mi mente. Aunque tampoco es que ella fuera la que me traicionara, lo era mi cuerpo.
Porque mientras mis manos picaban por tocarla, mi mente solo pensaba en lo bien que sería que ella sonriera.
-¿T-tentación?-pregunta con un hilo de voz.
-Sí, mucha-admito y suspiro negando. Decido dejar un beso en su mejilla y alejarme. Era lo más cuerdo-Debemos irnos.
Mi intención era buena. Nunca creí que entrar en un auto fuera tan tenso. Pero Martins siempre tiene algo que hacer para llevarme la contraria. Sus brazos me rodean y me devuelve a donde estaba haciendo que me sorprenda.
-Bésame-pide y me sorprende-Si as a besarme, quiero que lo hagas bien.
Caigo, por unos segundos estoy tentado a besarla y justificarme con "solo es un beso" pero su cuerpo y le mío no dicen lo mismo. Quiero, de verdad quiero besarla pero no es idóneo.
-Bueno, si tú no haces. Lo haré yo.
Sin previo aviso, aunque de haberlo sabido no sé si lo hubiera evadido. Me besa. Y ¡joder! No puedo evitarlo, le sigo. Siento sus brazos apegarme más y aunque la siento removerse trato de no prestar atención a lo que hace.
Debí ver que hacía.
De lo contrario no hubiera jadeado cuando termino rozándome con ella. Porque ha tratado de acomodarse y he termino entre sus piernas. Su gemido no ayuda en nada, porque aunque haya sido bajo, lo he oído y mi me tenso.
-Maldici...
No me deja acabar, de nuevo me besa. Pero esta vez es torpe, ansiosa y puedo ver como su cuerpo se estremece. Sentirla tan emocionada me afecta. Aun así, me repito que debo parar, de verdad debo hacerlo...
Cuando le falta aire se aleja un poco y jadea tratando de respirar. Mis manos se aprietan a sus lados y término dejando besos en su cuello. Succiono un poco y siento como se tensa y aprieta mi cabello jadeando.
Mis manos van al filo de su blusa y las traidoras se atreven a tocar su piel, haciendo que mi cuerpo se encienda más. Las detengo cuando van a tocar sus pechos y las bajo. Creo que ese ha sido un mal movimiento de mi parte, porque Martins se exaspera y eleva la cadera creando la más placentera tortura.
Jadeamos juntos, cada uno sintiendo algo distinto. Sé lo que pasa con mi cuerpo, sin embargo ella no sabe lo que sucede con el suyo. Incluso lo deja ver cuando desesperada me besa de manera brusca, lo irónico es que trato de seguirle el ritmo y en el proceso me duele más.
Bajo las manos desesperado-si ahora soy yo-por algo de alivio y provoco que nos rocemos de nuevo. Gime de manera clara y me sorprende cuando empieza a besar mi mandíbula subiendo.
El recuerdo de mi madre con su vergonzosa charla resuena en mi cabeza. Nunca lo había hecho en público, y no quería que esta fuera la primera vez. No mientras ella pareciera tan perdida sobre aquello.
Y mientras más besos ella deja en mi mandíbula, más recuerdo sus reacciones. Sí, ella esta excitada, pero ¿de verdad es consciente de lo que hace? Ella bien solo podría estar cegada por el deseo de su cuerpo.
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Escenas extras de Te enamoraré
Novela JuvenilToda historia tiene dos lados. Alan Cooper es conocido por todos como el chico que rompió el corazón a Abigail Martins. Pero antes de eso ya tenía una reputación muy dudosa. Un rompecorazones, frío, directo e incluso insensible. Pero para Abigail...