Capítulo 22 "Lirio Naranja"

270 37 19
                                    

Lirio Naranja


-¿Puedes dejar de verme?-me quejo haciendo que él suelte un bufido burlesco.

-¿Avergonzado?-pregunta.

-Intimidado.

-Quién lo diría...-camina hacia una caja y la abre-Alan Cooper sonrojado.

Aprieto el esfero que está en mi mano y lo miro mal. Aquel anciano solo hace de reír con mi acción. Casi parece que lo disfruta, es más, apuesto a que de cierto modo lo hace.

Y eso me irrita.

Ya es muy complicado decir lo que siento sin sentirme incómodo o avergonzado y tengo a mi lado a alguien que no deja de intentar ver lo que escribo. No hay nada, el papel sigue vacío, pero sus intenciones me están fastidiando.

>>¿Sigues sin poder escribir algo?-pregunta a mi lado y frunzo el ceño enojado. Sonríe de lado-Lo entiendo, creo que te dejaré solo unos minutos.

-Por favor-mascullo.

-Sacado de mi propia tienda por un mocoso que se ha enamorado. Esto no se ve todos los días-comenta saliendo.

-¿Qué no se ve todos los días?-pregunta entrando la nieta de Don Ángel. Celina Wylie. Al verme sus ojos se abren y sonríe-¡Alan!

Su grito de alegría viene acompañado de un tono sorpresivo que me hace reír. Creo que de verdad estoy clasificado en un estereotipo que no es el mío.

-Hola Celina. Tiempo sin verte ¿nuevo corte?-pregunto y ella asiente-Te queda bien, te ves bonita.

Sus mejillas se sonrojan y murmura un "gracias" de manera tímida. El señor Don Ángel se aclara la garganta y la llama.

-¿A qué has venido?-le pregunta y ella lo ve.

-La abuela dice que tienes que tomarte las pastillas. Te has pasado de la hora y está furiosa.

-¿Qué tan furiosa?

-Dijo que te quemará el invernadero entero.

Asiente.

-Entonces si está muy molesta-afirma y me mira-Ya regreso Alan, creo que para entonces ya tendrás escrito algo ¿verdad? La soledad debe despertar esa alma oculta llena de sentimientos.

-Ja, ja, muy gracioso-mascullo de mala gana.

-Vamos Celina-le toma la mano-dejémosle inspirarse.

-Espera, abuelo-se acerca hacia mí-¿Qué escribes Alan?

Me remuevo incómodo sin saber que decir pero es su abuelo quién interrumpe, y para mal.

-Alan como a todo adolescente se le ha metido alguien en la cabeza, Nina.

-Entonces por qué escribe aquí si nosotros...-sus ojos se abren-¿Le regalaras una rosa de mi abuelo?

Ante la pregunta tan directa solo puedo mirar hacia otro lado mientras siento como mis mejillas se sonrojan ligeramente.

-Lo harás-murmura casi sin voz y su abuelo llega a rodearla por los hombros con un brazo.

-Lo hará-afirma-Y como tu amigo, debes apoyarlo.

Sus palabras me hacen voltear a verlos. Ella asiente casi desanimada y perdida, pero luego se recompone y sonríe.

-Ve por ella Alan, si en algo no se equivoca mi abuelo, es cuando da una rosa-suena su teléfono y hace una mueca-Debo irme, y tu abuelo también. La abuela no está muy feliz.

Escenas extras de Te enamoraréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora