Capítulo 35 "El principio de las mentiras"

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El principio de las mentiras


Jadeo y me detengo dejando de correr. A mi lado pasan varios chicos, otros se han quedado más atrás y algunos incluso me palmean la espalda para joderme.

-¡¿Qué pasó capitán?! ¡¿Tan mala forma?! ¡No puede ser!

Ríen y siguen.

Ruedo los ojos y me arrimo a mis piernas para luego empezar a caminar, no vaya a darme un calambre. Camino y luego alguien se detiene a trotar a mi lado.

-¡Oye!-se ríe-Creo que comer comida chatarra con la pequeña Abi hace daño ¿no?-se ríe-Creí que era mentira que cuando estás en una relación engordas, pero parece ser real. Incluso te vuelves ocioso.

-Cállate Darwin-gruño.

-Este es el precio de ganar la competencia-suspira-más entrenamiento para las finales ¿puedes creer que hemos llegado tan lejos? Si seguimos así algunos podrían ser vistos por cazatalentos.

-Es la idea-murmuro-algunos desean seguir eso.

-¿Y tú? ¿Sigue tu hoja vacía o ya tienes algo?

-Creo que he perdido la hoja-río entre diente-¿Y la tuya?

-Ya la he llenado, quiero ser vicepresidente de la empresa.

-¿Así que si yo hago lo mismo seré tu jefe?

-No te creas-ríe-para eso primero deberías convencer a tu padre que nos ponga juntos, de tantas empresas lo dudo. Sería una pésima jugada tener que terminar contigo.

-¿No me extrañarías?

-¡Claro! ¿Quién me diría que me calle?-se ríe y niega-La verdad, creo que sería raro no verte pero al menos las navidades podremos vernos ¿no?

-Claro. Al menos por llamada.

-Eres un idiota-ríe y niega-Pero es lo que hicimos este año ¿no? Fue divertido.

-Ahora que lo recuerdo...¿no dijiste que estaba ahí...

-¡Acelera el paso capitán!-me interrumpe y empieza a trotar-¡Venga!

-¡No me cambies el tema, Sanders!-le grito empezando a trotar de nuevo-¡Quiero saber que paso!

Él niega y sigue corriendo.

-¡Nunca!

-¡Sanders!-me quejo y acelero el paso.

Cuando le logro alcanzar le rodeo su cuello haciendo que se agache y queje.

-¡Debes decirme Sanders!

-¡No seas chismosa!

-¿Por qué lo evades? ¿Hubo algo interesante?-pregunto de inmediato y río-Ese silencio me dice que sí.

-No, no hubo nada y suéltame que me ahogo.

Río y me burlo diciendo que no lo haré hasta que me lo diga. Pero detenemos nuestro juego cuando oímos un grito y volteamos a ver a las chicas.

Abro los ojos cuando veo cómo Cristina cae desde la punta de la pirámide humana.

-¡Cristina!-ambos gritamos y de inmediato lo suelto para ir corriendo hacia ella.

Cuando llegamos ella está en los brazos de una de las chicas que murmura su nombre tratando de despertarla.

-¡Trae a la enfermera!-grita y algunas asienten antes de correr-Vamos, Cris, abre los ojos.

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