[Mi Superheroina] [En Edición]

Epílogo

Desde que tengo memoria aprendí a vivir sin mi madre. Mi tía Iu me crío desde muy pequeño ya que mi padre tuvo que dedicarle tiempo a la música.

En sus tiempo formaba parte de la mejor banda de kpop, junto a sus amigos, pero hubo problemas en los que lo tuvo que dejar para recuperarse.

Según mi tío Kyungsoo, todos se tomaron un descansó después de su trágica muerte, ella había salvado el día pero había muerto la felicidad de muchos.

Soy Min Yeonjun , tengo 17 años y soy el elegido. Según la profecía, al morir el elegido, reencarnará el poder en un nuevo miembro de la familia.

Para mí fue mala suerte adueñarme de este poder. Tal vez mi madre estaría decepcionada, mi padre dice que mi elección está bien, pero a veces me siento egoísta.

Decidí ocultarme, vivir como una persona normal, alejado de cualquier escándalo, soy un chico normal que vive en una casa normal y asiste a una preparatoria normal.

Pero...se que nunca podré ser normal. Cada día sueño con la sonrisa de mi madre, es extraño por qué jamás la conocí, pero ella solo susurra "tú puedes" antes de desaparecer.

Nunca me dijeron por qué murió, solo que habían unos tipos malos y ella callo en coma después.

Que al momento de dar a luz hubo un problema y ella murió, pero se que no es verdad, se que ella murió por mí, y aunque tratan de que parezca un error, realmente fue mi culpa.

Mi padre siempre me sonríe pero se que esa sonrisa a veces es falsa, que se encierra en su cuarto después de trabajar horas en su estudio y llora por ella.

Casi siempre se me queda mirando, me acaricia la mejilla y me dice " te pareces tanto a tu madre" para después abrazarme y soltar unas pequeñas lágrimas.

Mi tío Jin siempre dice que fui una bendición, que salve a mi padre de una depresión y que soy el motivo por el que vive cada día. Eso me hace sentir mucho mejor.

Mi padre por miedo a que me pasará algo o que no pudiera controlar el poder que conlleva, me entreno desde muy pequeño ayudándome a esconderlos.

Desde el incidente, nos vimos obligados a ocultarnos, papá dice que si me encuentran o alguno de nosotros, es probable que no regresemos.

Nadie sabe de nuestra existencia, nadie menos ellos, el gobierno. Se sabe que van tras nuestras cabezas y encontraran la manera de sacar provecho de nosotros.

Mi infancia fue dura sin la persona que me dió la vida, pero tuve ayuda con los que contar.

Park Soobin, tiene 16 y es hijo de El señor Para Jimin y la señorita Lalisa Manoban, es alguien muy especial para mí.

Kim Beomgyu que también tiene 16, es mi primo, viví con el como si fuéramos hermanos, al ser hijo de mi tía Iu y mi tío Jonghyun.

Kim Taehyun, tiene 15 y le tira los perros a mi primo desde que tengo memoria, es hijo de El señor Kim Taehyung y Jeon Jungkook, si, es adoptado, pero no importa, es como si fuera de sangre.

Kim Jisoo, mi prima igualmente, tiene 15, es unos meses menor que Taehyun y es hija de mi tío Namjoon y mi tío Seokjin.

Y por último el bebé de la casa, que aunque le enfada que le digas así, siempre lo será, Jung Hueningkai, tiene 14 años y es hijo de mi tía Hyuna y mi tío Hoseok.

Soobin y Beomgyu asisten conmigo a la preparatoria, mientras que Taehyun, Jisoo y Kai a la secundaria.

Algunos de ellos tambien heredaron poderes junto con los hijos de mis demás tíos.

¿Quieres conocerlos?

Acompáñame a vivir mi historia, sabré la verdad y acabaré lo que una vez mi madre empezó...

—¿Que haces mirando a la nada?— me cuestionó cierto pelinegro.

—Pensando...— sonreí— sabes Soobin, ¿No te gustaría jugar a los detectives?

—no me gusta esa idea tuya— frunció el ceño— pero me pone curioso como quieres jugarlo...

—Yuta saco información de los archivos de su padre, al parecer no solo el gobierno nos busca— lo tome de la mano— ¿Me ayudarías?

—¿Sabes que si mis padres se enteran me matarán?— asentí— ¿Y que lo mismo te pasara a ti?— volví a asentir y el suspiró— bien, pero no metamos a los demás, todavía están muy pequeños...

—Beomgyu ya no lo es tanto, de hecho tiene tu edad— cuestioné.

— si, pero entre menos seamos, corremos menos riesgo de ser descubiertos— razonó.

—Bien— suspire— encerio agradezco que quieras ayudarme— le di una sonrisa.

—Lo que sea por tí...—

Mamá, no te defraudaré, ahora se lo que tengo que hacer, y te prometo que protegeré a todos, aún así tenga que morir...