[Mi Superheroina] [En Edición]

Especial Kaisoo

Pasaron 2 años y por fin le propuse matrimonio a Kyungsoo, era el mejor día de mi vida.

—¿Te quieres casar conmigo, mi amor?— pregunto de rodillas mostrándole ante sus bellos ojos una cajita abierta con un anillo de oro rosa— ¿Me das la oportunidad de hacerte feliz?

El asíntio llorando mientras me abrazaba. Saque el anillo de si caja y se lo puse delicadamente sobre el  dedo anular de su mano izquierda.

Viajamos a Estados Unidos dónde se llevaría acabo la ceremonia. No invitamos a nadie más que familia. No queríamos que fuera en grande, no teníamos derecho a festejar.

Desde la ida de T/n, Kyungsoo se ocupó de culparse una y otra vez de su muerte, mientras yo ponia el hombro y le daba mi mayor afecto.

Pasaron meses incluso años para que la superará, pero siempre estaría ese día marcado en él.

Nos fuimos a vivir a Japón. No era bueno para su salud mental seguir en Corea, nos dimos oportunidad en un nuevo país.

Y ahí fue cuando me sorprendió...

—se que solo llevamos un año de casados, pero en verdad me gustaría tener un niño contigo— soltó con cierto temor.

Yo sonreí y respondí— me encantaría tenerlo— ví en sus ojos un brillo especial mientras brincaba de emoción.

Nuestro sobrino Yeonjun habia alegrado cada día de la vida de Yoongi, así que me emocioné con la idea de que Kyungsoo también.

Un hijo no daría una luz a nuestra vida y un alegría a nuestra relación.

Tardamos por suerte unos meses antes de que pudiéramos adoptar a Yuta Nakamoto de 7 años, era un pequeño niño pelinegro con mirada curiosa.

Al verlo, me enamore de mi pequeño, era hermoso. Decidimos solo cambiarle el apellido a Kim, su nombre lo dejamos por qué según la casa hogar, era el nombre de su difunto padre.

Yuta era muy callado, casi no jugaba y se la pasaba nadamás leyendo o acostado en su cama.

Le compramos un perrito para que se entretuviera más, pero vimos que no era suficiente, yuta necesitaba niños con quien jugar.

Regresamos después de que yuta cumpliera 8 años a Corea, seria bueno que conociera a sus primos e hijos de mis amigos.

Desde que llegó no pudo hacer nadamás más que estarse pegado a Park Taeyong, el hijo de Chanyeol y Baekhyun.

Tenían la misma edad, así que supuse que solo era por tener edades cercanas pero mi punto de vista cambio cuando el muy descarado ¡le coqueteaba!

Nadie se iba a meter con mi bebé, todavía estaba muy chiquito, a pesar de tener 21 seguía y seguirá siendo mi pequeño.

Tendría permiso de tener pareja hasta los 40, mientras debía seguir conociendo personas y buscando al indicado, pero no a ese niño del demonio.

Vi como Taeyong se acercaba a Yuta y le sonreía mientras le entregaba el control de la consola.

Suspire mientras veía como ese pequeño de 7 años ya era un adulto. Ya era legal en todo el mundo, ya era mayor de edad.

Me sentía viejo, mientras que Kyungsoo seguía igual de hermoso, había Sido un buen padre, fue el que siempre animo a nuestro hijo mientras yo trabajaba.

Fue difícil por un tiempo pero nuestra familia nos ayudó.

Era feliz con mi vida. Y quería que todos lo fueran con la suya.

Mire de reojo a Yeonjun, parecía estar secreteandoce con Soobin. ¿De que estarían hablando?

— Ya vamos a partir el pastel— anuncio mi bello esposo mientras que todos los chicos corrían al comedor—

Hoy 26 de octubre, mi niño cumplía su mayoría de edad, y tenía que cumplirle lo que le había prometido.

Taeyong me miró y yo suspirando asentí. Se acercó a Yuta y depósito un beso en la comisura de los labios de mi hijo mientras yo trataba de actuar lo más neutral posible.

—¡Vivan los novios!— grito Park Chae Young, la hermana de Taeyong.

Baekhyun y Kyungsoo saltaron emocionados mientras tomaban millones de fotos y Chanyeol simplemente se quedó cayado.

Lo único que me calmaba era la sonrisa en la cara de Yuta, si mi bebé era feliz, yo también lo era...