-...entonces arreglamos las cosas y ahora tengo otra cita con el.
-¡Eso es increíble!
-¡Lo se! ¿Cómo te fue a ti?
-Mis hermanos están bien.
-Que bueno, espero me los puedas presentar pronto.
-Yo tambien.
-Entonces, ¿me ayudarás a arreglarme para la cita?
-Por supuesto.
En seguida fuimos a su habitación e hicimos todo el proceso anterior, pero esta vez me puse la falda azul marino con una blusa blanca y una vez bañada, vestida, maquillada y peinada, espere a que Alex fuera por mi.
-¿Podrias dejar de mover tu pierna? Me pones mas nerviosa.
-Lo siento. ¿Que tal todo con Gabriel?
-Pues...
Unos toques en la puerta se oyeron.
Arwen se apresuró a abrir la puerta.Su cara se torno seria.
-Quiero que la traigas temprano ¿me oíste?- dijo en tono serio.
-Si, Arwen.
-Es broma, diviertanse.
Se hizo a un lado y me dejo pasar
-Mas te vale traerla con el corazón completo.
-Tranquila, hoy no sucederá nada malo.
-Eso espero.
Me tomo de la mano y nos alejamos por el pasillo, una vez en el elevador nos paramos frente a frente.
-Estas hermosa.
-Gracias, tu tambien te ves muy bien.
Llevaba unos pantalones de mezclilla y una camisa azul, que lo hacia verse aun mas guapo de lo que era.
-¿Encerio? Fue lo único formal que pude encontrar.
-De verdad.
-Te creere. ¿Lista para una gran noche?
-Lista.
Los pasillos estaban vacíos, no había nadie mas que nosotros. Una vez llegamos a la entrada del comedor se paro frente a mi y sacó una especie de pañuelo de su bolsillo.
-Te tapare los ojos.
-De acuerdo.
Me amarro el pañuelo, me tomo de los hombros y me guió a través de las mesas, cuando nos detuvimos sentí su respiración junto a mi oído lo que me hizo estremecer.
-Sorpresa- susurro en mi oído.
Y a los pocos segundos sentí al pañuelo deslizarse, una vez que mi vista se aclaro y vi lo que había al frente la respiración se me entrecorto y las mariposas en mi estomago se alborotaron intensamente.
En una mesa estaban colocados los platos con comida, incluso habia un mantel de un color rojo hermoso, alrededor había velas iluminando tenuemente el lugar.
-¿Te gusta?
-Es maravilloso.
-No mas que tu.
-No digas esas cosas.
-¿Por que no?-pregunto divertido.
-Me harás sonrojar. Mejor sentemonos a cenar.
-Me parece bien.
Nos sentamos y me deleite probando el primer bocado de pasta, estaba deliciosa.
-¿Tu la hiciste?
-Si, bueno con ayuda de Nani.
-Esta delicioso.
-Gracias.
Mientras comiamos fuimos hablando de algunas cosas sin importancia.
-¿Entonces es muy importante el mapa que desapareció?- me atreví a preguntar.
Últimamente había visto a todos mas nerviosos de los demás, aparte de que el otro día vi como un grupo de soldados revisaba cada rincón de la biblioteca, si hacían eso significaba que era importante.
-Mas que importante es peligroso en las manos equivocadas.
Una sensacion muy conocida de miedo me recorrió, fue como si supiera que esto traería problemas.
-¿Estamos en peligro?- mi voz tembló al preguntarlo.
-Estamos poniendo mas seguridad solo por precaución, por otro lado,no tienes de que preocuparte, no me apartaré de ti.
Recordé algo.
-Tengo que contarte algo.
-Te escucho.
Le conté sobre mi sueño y lo que había averiguado en estos dos días.
-¿Entonces trabajabas en el laboratorio de ese lugar?
-Así es y supongo que tambien mi papá, lo que aun no se es como y porque lo mataron ni porque me golpearon.
-Cuando descubramos quien fue le devolveré cada uno de los golpes que te dio, es una promesa.
Susurro mientras acariciaba con su pulgar la cicatriz que tenia encima de la ceja y la cual, Arwen me había informado que no iba a desaparecer.
Para ese punto de la conversación ya habiamos terminado de cenar y nos habíamos sentado uno al lado del otro, solo nos separaban unos centímetros.
Nos fuimos acercando poco a poco, la expectación de lo que pasaría estaba latente en mi.
Remoje mis labios en un acto reflejo, vi como su mirada descendió a mis labios y segundos después los unió con los suyos.
Y las sensaciones explotaron, mi respiración se disparo al igual que mi corazon y lo que antes eran mariposas ahora se habían convertido en elefantes que danzaban sin parar en mi estomago.
Nuestros labios encajaron perfectamente y se movieron al mismo compás.
Cuando nos separamos nuestras miradas conectaron y luego nuestras sonrisas aparecieron, esta vez Arwen no nos había interrumpido.
-¿Quieres ser mi novia?
-Si, si quiero.
Volvió a unir nuestros labios y esta vez no los apartamos hasta que nos falto el aire.
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En El Bosque © √
Teen FictionElizabeth despertó sin ningún recuerdo. Alexander confía cien por ciento en ella, Gabriel no confía ni un poco. Arwen desborda alegria y amabilidad, así que puede llegar a ser su gran amiga. Andrew y Briana son confiables o tal vez no. El bosque no...