En El Bosque © √

CAPITULO 34

ALEXANDER RATHERMEN

Después de que Arwen revisara y curara mis heridas, me encontraba sentado en una camilla y con una taza de café en las manos.

-¿Como esta?

Oí a lo lejos la voz de Gabriel.

-Bien, por suerte no tiene contracturas, por el momento solo debemos esperar a que se calme y reaccione, parece en estado de shock.

Le contesto Arwen.

Tenia que intentarlo, tenia que reaccionar, tenia que hacerlo, por Eli.

-Estoy bien.

Mi voz salió como un susurro, aun asi los dos voltearon a verme y comenzaron a acercarse a mi.

-¿Nos dirás que fue lo que paso?

La voz de Gabriel sonaba ansiosa.

-No lo presiones Gabriel, el aun no esta del todo bien.

-Estoy bien, de hecho necesito contarles algo pero solo lo podemos saber nosotros tres por el momento.

No me arriesgaría a que todo saliera mal y pudiéramos empeorar la situación en la que nos encontrábamos.

Pronto comenzamos a dirigirnos hacia la sala de juntas, en la que suponíamos era el lugar mas seguro para hablar, ya que no había cámaras de seguridad.

Yo apenas si podía caminar, por lo cual Gabriel me iba ayudando, claro que no me hablo en todo el camino, parecia distante, suponia que estaba enojado y lo entendía, yo tambien estaba enojado conmigo mismo.

Una vez que llegamos me senté en una silla y el se alejo de mi lo mas rápido que pudo.

No perdí tiempo y comencé a relatarles lo que había pasado.

-Saque a Eli de La Base y...

-Eso ya lo sabemos.

Me interrumpió Gabriel.

-Por favor, dejalo hablar.

Le llamo la atención Arwen, yo por mi parte lo ignore y seguí contándoles.

-Y la lleve a la cabaña a las afueras del bosque, antes del amanecer llegaron ocho hombres, tres de ellos comenzaron a golpearme, mientras los demás registraban la cabaña y los alrededores. Cuando me metieron a la habitación Eli ya había despertado, tuvo una conversación con uno de los hombres, después él la...

Respire profundamente esperando calmarme, mis puños estaban tan apretados que mis nudillos se habían vuelto blancos.

-Él la golpeo, la dejo inconsciente y se la llevaron.

Ahora que conocía la cara del que la había golpeado, me aseguraría de que sufriera.

Arwen estaba preocupada y enojada, se podía ver perfectamente en su rostro.

-Maldito desgraciado.

-Todo esto no hubiera pasado si me hubieras hecho caso y te hubieras quedado en el pueblo.

Comenzó Gabriel su regaño.

-Lo se Gabriel, soy consciente de que esto es mi culpa, se que si no me la hubiera llevado ella seguiría aquí.

-Ahora ni siquiera sabemos a donde se la han llevado o en donde esta.

-En eso te equivocas.

-¿De que hablas?

-Yo se a donde llevaron a Eli.

Tanto la cara de Gabriel como la de Arwen demostraron lo confundidos y sorprendidos que estaban.