En El Bosque © √

CAPITULO 28

Antes de comenzar asegúrense de haber leído el capitulo anterior.

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ELIZABETH

-¿Que acabas de decir?

-Que esta es su habitación.

Estabamos los tres en mitad de pasillo frente a la puerta que se suponía era nuestra habitación.

-Creí que te había dicho que iban a ser dos habitaciones.

-Si, pero las otras están ocupadas.

-¿Todas?

Ninguno de los dos le creía.

-Todas.

-Reservaste las habitaciones hace dos días, ¿Ya estaban ocupadas?

-De acuerdo, solo les reserve una habitación, pero no veo porque el problema, casi todos los días duermen en la misma habitación.

Creíamos que nadie lo había notado, se suponía que nos cambiábamos a la habitación del otro cuando ya todos dormían.

Mis mejillas y las de Alex se tornaron rojas al instante.

-¿Podrias dejarnos solos?

Le pregunto Alex a lo que Arwen accedió dejándonos solos en el pasillo, en cuanto la vimos desaparecer Alex hablo.

-Si no te sientes cómoda lo solucionare, encontrare un lugar en donde yo...

Lo bese para que guardara silencio.

-No tengo problema.

-¿Segura?

-Segura.

Lo teme de la mano y abrí la puerta frente a nosotros.

La habitación era impresionante y tenia un aire acogedor.

Lo que mas captó mi atención fue el balcón, hacia el que me dirigí, poco tiempo después Alex salio y se posiciono a mi lado.

El pueblo desde ahí se veía increíble.

-Es maravilloso.

-Lo es.

Voltee a verlo y el ya me miraba fijamente, lo que hizo que me sonrojara y para evitar que lo notara entre de nuevo a la habitación, acostándome en la cama que por cierto estaba extremadamente suave.

-Me iré a bañar.

-De acuerdo.

Tomo algunas cosas de su maleta y lo vi desaparecer por una puerta, yo me acurruque en la cama y cerré los ojos, debido a los recuerdos no habia estado durmiendo bien, razon por la cual al poco tiempo me quede dormida.

A lo lejos se oían unos toques en la puerta, me removí y pude sentir como un agarre se hacia mas fuerte en mi cintura, abrí los ojos lentamente para apreciar a Alex quien tambien comenzaba a abrir sus ojos.

Una vez que los abrió completamente me regalo una hermosa sonrisa.

-Hola.

Pronuncio con su voz un poco enronquecida.

-¿Quien crees que este tocando?

-Solo existe una persona.

-Arwen

Dijimos al mismo tiempo, lo que ocasiono nuestras risas. Cuando volvimos a oír los golpes en la puerta Alex se levanto de la cama y fue a abrir.

-Hola Arwen.