CAPITULO 10

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ELIZABETH

Podía notar lo nervioso que estaba.

-Quería... ¿Aceptarias cenar conmigo?

Por un momento me quede confundida.

-Siempre cenamos juntos, no veo porque preguntarmelo.

A menos de que yo haya entendido mal y el... No, eso no podía ser.

-Creo que no me exprese bien, ¿quisieras tener una cita conmigo hoy en la noche?

...o tal vez si podía ser. El me estaba pidiendo una cita, trate de ocultar mi sonrisa, sentí mis mejillas sonrojarse y una emoción inexplicable se instalo en mi.

-Me encantaria- respondí sin poder contener por mas tiempo mi sonrisa.

-Pasare por ti aquí a la biblioteca, si te parece bien.

-A esa hora es perfecto.

Oí algo vibrar en su bolsillo.

-Nos vemos al rato.

Me dio un beso en la mejilla para después salir de la biblioteca.

No puede ser. Mi cerebro era incapaz de procesar lo que había pasado, ¡Tenia una cita y con Alex!

Sentía tanta euforia que las ganas de gritar eran grandes.

Mire el reloj de la biblioteca, eran apenas las 3:00, pero ¿Me daría tiempo de alistarme?, que yo recordara no había tenido ninguna cita, que se supone que me pondría, toda la ropa que había estado usando me la había dado Arwen.

Deje todo organizado y salí rápidamente a buscar a Arwen a su lugar de trabajo, la enfermería.

Toque la puerta.

-¡Adelante!

Asome mi cabeza para ver como un soldado bajaba de la camilla, me hice a un lado para que pasara.

-Con permiso.

-Propio.

Cerré la puerta detrás de mi. En cuanto gire, Arwen me analizó.

-Esta mañana no estabas tan sonriente, cuentame.

-Alex me invito a un cita.

-¡No!, ¿Encerio? Si te soy sincera ya se estaba tardando, llegue a creer que no lo haría. - parecio que le acababa de llegar una grandiosa idea- ¡Alto! ¿Cuando es la cita?

-Me citó a las ocho en la biblioteca.

-¿Hoy? ¿A las ocho?

-Si.

-¡¿Que?! ¡Ese hombre esta loco! ¡Solo tenemos cinco horas para arreglarte!

-¿Es muy poco tiempo?

-Es nada, debió haberte invitado por lo menos un día antes, pero lo entiendo, no tiene mucha experiencia en esto.

-¿Asi que es la primera vez que invita a alguien a una cita?

-No, por supuesto que ha salido con otras personas, incluso tuvo una novia pero despues de la muerte de sus papas no volvio a ser el mismo, nadie volvio a ser el mismo...- se quedo divagando un instante haciendo que me preguntara a que o quien se referia, hasta que reacciono y me miro con el ceño fruncido.

-Que es lo que seguimos haciendo aquí, tenemos que apresurarnos si no quieres llegar tarde a tu cita.

Me tomo de la mano y nos dirigimos hacia la puerta, para salir de ahí.

-Y ¿Que me pondré? No creo tener ropa para la ocasión.

Se paro abruptamente y me miro.

-Me ofendes, por supuesto que yo te prestare todo lo necesario, ropa, accesorios, maquillaje, todo lo que necesites.

Estábamos a punto de subir al elevador cuando alguien me hablo.

-Te lo manda Alex.

Dijo Alfred, un soldado que no había tenido el gusto de tratar por completo, me entrego un papel.

-Gracias.

En cuanto lo recibí el se fue en dirección hacia los laboratorios. El papel decía:

       

Eli, me desocupe de algunos asuntos así que quería pedirte verte media hora antes de lo acordado, en el mismo lugar.
No puedo esperar mas para verte.
             Alex.

-¿Que dice?- preguntó Arwen.

-Que me vera media hora antes de lo acordado- dije extrañada.

-¡¿Que?! ¡¿Se volvió completamente loco?! ¡Vamos, vamos!

El elevador llego y entramos a el, al salir de inmediato entramos a su habitación.

-De acuerdo, lo primero que tienes que hacer es bañarte, mientras yo busco opciones de ropa.

Me entrego una toalla y me señalo el baño, yo entre sin perder el tiempo.

••••••

Una vez bañada, salí, Arwen mientras tanto había puesto musica en su celular y me esperaba para comenzar a prepararme.

-De acuerdo tenemos estos outfits.

Me fue mostrando uno por uno, pero yo no podía decidirme por cual y ella tampoco.

-¡Tengo una idea! Pruebatelos todos.

Y así lo hice.

El primero consistía de una falda suelta negra y una blusa gris con las mangas caídas.

El segundo era un short en conjunto con una blusa rojo ladrillo.

El tercero era unos jeans con una blusa color coral.

Y el cuarto era una falda azul marino con una blusa blanca.

Estuvimos deliberando un rato hasta que nos decidimos por la primera opción.

Una vez vestida con el conjunto me coloque los botines color mostaza.

-De acuerdo, ahora es turno del maquillaje.

Debido a mi nula experiencia en cuanto a maquillaje Arwen hizo todo el trabajo, tambien rizo mi cabello en las puntas y lo acomodo, me prestó unos lindos accesorios, como un par de aretes, pulseras y un collar, cuando estuve lista,  me mire al espejo y por un instante no creí que fuera yo, me veía diferente, la cicatriz casi no era visible.
El resultado era magnifico.

-Gracias Arwen.

-No hay de que, te ves hermosa. No sabes cuanto espere que llegara una amiga para hacer este tipo de cosas por ella.

-Bueno pero ya llegue.

-Y ahora te vas a ir pero de mi cuarto porque dejame decirte que terminamos justo a tiempo- ambas miramos el reloj de su cuarto, era verdad solo faltaban quince minutos para que llegara la hora.

-Encerio muchas gracias.

-No me moveré de aquí, estaré esperandote para que me cuentes todo, cada detalle, ¿de acuerdo?

-De acuerdo.

Salí del cuarto para dirigirme al elevador, cada segundo que pasaba los nervios se hacían mas presentes en mi estomago, solo esperaba no terminar vomitando.

La emoción que sentí al llegar a la biblioteca era enorme, mis manos sudaban por los nervios, consiente de que llegue unos minutos antes espere un tiempo, cuando vi el reloj que se encontraba colgado en una de las paredes me percate de que ya eran las ocho con cinco minutos, pero no me preocupe, probablemente se le había hecho tarde.

Y así estuve un tiempo intentando buscar situaciones por las cuales se estaba tardando mas de lo esperado, hasta que se me terminaron las excusas, intente engañarme a mi misma, concentrarme en otra cosa, pasee por las estanterias ignorando lo que en el fondo ya sabia, que no valía la pena seguir esperando.

Volví a mirar el reloj después de algún tiempo y fue cuando me di cuenta de que ya eran las 10:55.

Espere unos minutos más, sin poder contenerlo unas cuantas lagrimas rodaron por mis mejillas y ese fue el momento en el que supe o mas bien acepte que el no llegaría.

Alexander no llegaría a nuestra cita.

En El Bosque © √Donde viven las historias. Descúbrelo ahora