Microfics Reylo

Construir

Construyó una barrera luego de aquella última conexión en la fuerza con Ben, estaba molesta puesto que él la había hecho enojar de nuevo cuando le propuso otra vez unirse a él. Estaba harta de que cada vez que se veían le proponía lo mismo, ella quería estar con Ben, no con Kylo.

Esta era la tercera vez en el mes que aparecía la conexión en la fuerza, siempre él le decía lo mismo y luego de que veía que Rey lo ignoraba, dejaba de hablar y se veían en silencio hasta que la conexión se desvanecía.

Luego de esta última conexión, salió de su habitación y fue a entrenar con Leia.
Durante le arduo entrenamiento, Leia se dio cuenta que Rey estaba distraída e hizo que Rey dejara de entrenar.

- Rey. ¡Rey! - gritó.

- Eh - al fin contestó - lo siento, maestra.

- Estás muy distraída el día de hoy, ¿qué ocurre?

- Nada - mintió.

- No me puedes engañar, Rey - levantó una ceja. - tiene que ver con mi hijo, ¿cierto?

Rey suspiró pesadamente y asintió con la cabeza.

- La verdad, sí. No para de ofrecerme su mano y ya no sé como decirle que nunca me uniré a él. No lo entiende. Siempre es lo mismo y ya estoy harta de eso. Yo quiero conocer a Ben, no lidiar con Kylo Ren. - suspiró - Me encanta cuando me hablas sobre Ben cuando era niño, aunque a veces me cuesta trabajo imaginarlo ya que él es muy diferente a ese niño del que me hablas.

- Lo entiendo, Rey. Quiero a mi hijo de vuelta, a aquel niño inocente que era ni hijo. Lo extraño y sé que algún día volverá. Tengo fe en ello. Pero, ¿segura qué es sólo eso lo que te molesta?

- Sí - dudó y Leia lo notó.

- Está bien si no quieres hablar sobre eso, pero que eso no te detenga en el entrenamiento, ¿entendido?

- Sí, maestra.

Siguió entrenando por unas horas más y al fin pudo concentrarse. Luego de eso, Leia fue a la base y ella decidió quedarse un rato más. Meditó un rato y mientras lo hacía, tomó una flor que estaba cerca de ella y la olió, la dejó encima de su muslo y siguió con sus ojos cerrados, hasta que escuchó como se habría otra conexión en la fuerza. Abrió los ojos y se encontró frente a Ben, quien estaba serio y mirándola en silencio. Ella puso los ojos en blanco y siguió meditando sin importarle que Ben estuviera frente ella.

- ¿No podrías desaparecer? Ya tuve suficiente de ti ayer.

- No. Si supiera como, ya habría desaparecido, créeme.

- Pues busca cómo, ya estoy harta de verte.

- Tú tambien podrías buscar - contestó de forma serena.

- ¿y crees qué no lo he hecho? - cuestionó molesta.

Ben alzó los hombros e hizo una mueca.

- No lo dudo. Me odias, así que es obvio que no quieres verme.

- Odio a Kylo Ren, pero tolero y me gustaría conocer mejor a Ben Solo.

- Ben ya no existe, así que sí me odias.

- Como quieras. - alzó los hombros - ¿podrias callarte unos minutos para poder meditar?

- ¿Tengo otra opción? - Rey negó con la cabeza - Bien, me callaré. - dijo poniendo los ojos en blanco.

Ben vio aquella flor en la pierna de Rey y se sentó en el suelo para agarrarla, ella al parecer no lo notó y la olió, no le servía de mucho aquella flor para encontrar a la resistencia ya que al parecer, florecía en la mayoría de los planetas. Rey se levantó, se sacudió la tierra que pudiera tener sus pantalones y se dispuso a irse, Ben también se levantó y la detuvo. Se acercó más a ella y le puso aquella flor arriba de su oreja, después se alejó de ella y desapareció.
Se sonrojó y agradeció que Ben hubiera desaparecido, si no hubiera visto como ella se ponía como un tomate. Suspiró y decidió volver a la base, sintió aquella flor y sonrió porque cuando él le pudo la flor, supo que fue Ben y no Kylo.

Cuando llegó a la base, se encontró con Rose, Poe y Finn, los tres vieron que traía aquella y flor y se preguntaban el porque.

- Rey, ¿y esa flor? - preguntó Rose con una sonrisa.

- La encontré mientas meditaba - y no mentía, realmente ella la había encontrado y Ben sólo se la había puesto, pero era un gesto muy lindo de su parte. Aquel recuerdo hizo sonreír a Rey y ellos lo notaron.

- ¿Algo más que quieras decir? - Poe arqueó una ceja.

- Creo que no.

Rey se despidió de ellos y fue directo a su habitación, guardando el secreto de Ben y la flor.