El zumbido de una abeja puso en alerta a Ben, quien por instinto dejó de moverse y Rey lo miró de forma graciosa.
- ¿En serio le tienes miedo? - cruzó los brazos
- Tú no lo entiendes - dijo cautelosamente - son insectos horribles.
- ¿Te picó una, verdad? - levantó una ceja.
- Varias - susurró - cuando era niño - hizo un puchero.
Rey comenzó a reír y él sólo la miraba serio.
- Si te picara una, entenderías mi forma de actuar.
Rey negó con la cabeza mientas seguía riendo.
- Aunque gracias a eso descubrí que soy alérgico ellas - volteó los ojos.
- Ben, ya puedes moverte, la abeja se fue desde comenzaste a contar tu historia. Al parecer se aburrió - dio una carcajada.
Ben exhaló profundo - que graciosa - se acercó a Rey y le hizo cosquillas.
- ¡Ben, para! - gritó entre risas - ¡Otra abeja!
Ben dejó de hacerle cosquillas y volvió a quedarse quieto, cerrando los ojos y susurrando que no lo picara. Rey se alejó unos metros de él y comenzó a reír a carcajadas.
- Tranquilo, no había nada - comentó entre carcajadas.
- Eso no se vale - hizo un puchero - utilizas mi miedo para que no te haga nada, ¿dónde quedan mis sentimientos? - se hizo el indignado.
- Es la forma de sobrevivir - se encogió de hombros y sonrió - así que ni modo.
- Pero aún así te haré cosquillas, me encanta cuando ríes - correspondió su sonrisa.
- Entonces, atrapame si puedes - comenzó a correr hacia la casa de campo.
- Soy mas rápido que tú - gritó - claro que te atraparé - corrió tras ella.
Ben logró alcanzarla mas rápido de lo que creyó y la tomó de la cintura dando vueltas en el mismo eje. Rey reía al igual que Ben, era divertido y disfrutaban estar el uno junto al otro, eran felices y era lo único que les importaba.
Él la soltó y ambos respiraron agitados, ella tomo su mano y caminaron lo que restaba del camino hacia la casa, pero antes de llegar, Rey se detuvo a recoger una flores y Ben la esperaba algo lejos de aquellas flores.
- Ben - lo miró preocupada - Hay una abeja arriba de ti.
- Sí, claro - volteó los ojos - ya no caeré en esa broma.
- Ben, es enserio - habló de forma seria.
Ben rió - Ajá. - comenzó a mover sus brazos, como si estuviera bailando.
- Cuidado - advirtió ella.
- Rey, no hay nada - movió sus brazos frente a su rostro - ¿ves? No hay ninguna abe...
Ben sintió como algo picaba su mejilla derecha y se quedó en shock, mientras Rey lo miraba sorprendida y muy preocupada.
- ¿Qué debo hacer? - le preguntó preocupada.
- Extrae el aguijón con tu uña - comenzó a respirar muy rápido.
Rey hizo caso a lo mencionado por Ben y pronto lo sacó, ambos caminaron hacia el auto y ya dentro tomaron rumbo hacia el hospital mas cercano, ella no sabia que hacer, estaba impactada por como el rostro de Ben comenzaba a hincharse y él empezaba a no poder respirar.
Llegaron al hospital y entraron a emergencias, Ben seguía sin poder respirar, lo acostaron en una camilla y lo llevaron a otro lado, donde Rey no pudo entrar. Ella esperó durante un buen rato hasta que un doctor mencionó su nombre, Rey se levantó y fue hacia él, ambos caminaron hasta una habitación donde Ben estaba descansando.
- Puede irse en cual cualquier momento, joven Solo. Y aquí está la receta médica sobre los medicamentos que tendrá que tomar por unos días - le dio un papel - con permiso.
Rey rió a lo bajo al ver el rostro aún medio hinchado de Ben.
- No te rías - balbuceó - no es gracioso, te advertí sobre esto.
- Y tú no me quisiste creer cuando te dije de la abeja - se sentó en la orilla de la cama.
- Odio el campo - entrecerró más los ojos.
- Tranquilo, sólo volveremos por nuestras cosas y volveremos a nuestro departamento.
- Prométeme qué jamás volverás a rentar una casa en el campo - dijo de forma muy seria.
- Lo prometo - contestó aguantando su risa. Vámonos de aquí, te sentirás mejor en casa.
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.Pobre Ben, todo habría estado mejor si no hubieran ido al campo jajaja.
Espero que les haya gustado.
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Microfics Reylo
Short StoryViñetas sobre el reto #microfics en Twitter de los meses de junio y julio