Sandía/tormenta

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Rey tomó su bolso, aquel que parecía una sandia y salió de su apartamento rumbo a su auto. Ben salió tras ella puesto que se preocupaba por su estado.

-Rey, debería ir mejor yo - opinó Ben.

-Yo puedo ir, sólo estoy embarazada - volteó los ojos.

-Aún así no quiero que les pase algo a ti o al bebé - Rey se detuvo y volteó a verlo.

-Si quieres ven conmigo y me cuidas, aunque no es necesario - dio la media vuelta y se dirigió nuevamente hacia el auto mientras Ben negaba con la cabeza y pensaba en la terquedad de su esposa.

- Ben, tu manejas - le aventó las llaves y se metió al auto por los asientos de atrás.

Ben bufó, fue hacia el auto y se metió para luego conducir hasta el centro comercial. El viaje fue silencioso, Rey acariciaba su barriga y Ben manejaba con cuidado para que no sucediera algún incidente. Llegaron al lugar luego de algunos minutos y Ben se estacionó cerca de la entrada.

- Debi venir yo solo - suspiró - Tienes poco más de 8 meses, alginate que dieras a luz en un centro comercial - por el espejo retrovisor miró a Rey quien reía ante su comentario - no es gracioso.

- Sí lo es y ya deja d e preocuparte. No sucederá nada - volteó los ojos - el bebé sabe que no debe de querer nacer mientras estemos dentro del lugar - tocó su vientre.

Ben suspiró pesadamente y negó con l cabeza, salió del auto y ayudó a Rey a salir también. Después de comprar la comida y algunas cosas para el bebé, volvieron al auto y Ben estaba un poco más tranquilo, metieron las cosas al auto y luego ellos entraron, Ben iba a prender el motor cuando un pequeño grito lo asustó.

- Ben - dijo Rey un poco asustada.

- ¿qué sucede, amor? - preguntó preocupado.

- El bebé... ya... viene - comenzó a respirar con fuerza y una contracción la hizo removerse en el asiento.

Ben prendió el auto y salió lo más rápido posible del estacionamiento. Mientras conducía, llamó a la obstetra de Rey para que pudiera atenderla, Rey estaba intentando calmarse pero era imposible, sólo gritaba y maldecia a Ben. Llegaron al hospital y los atendieron rápidamente, él iba detrás de Rey la enfermera que in los llevaba hacia la sala de partos en lo que llegaba la obstetra.

La tormenta de emociones que sentía Ben era grande, sentía miedo, nervios pero también emoción y alegría. Rey estaba a su lado, apretando su mano con mucha fuerza, cosa que no le importó mientras llamaba a su familia y amigos para que llegarán pronto al nacimiento de su bebé.

Rey gritaba y Ben no sabia que hacer, sólo le decía que todo estaría bien y acariciaba su rostro, lo cual ayudaba un poco. Al fin la doctora llegó y llevaron a Rey hacia el quirofano seguida de Ben quien estaba completamente asustado.

El proceso comenzó y luego de pujar por un buen rato, se escuchó el sollozo de un bebé, Ben y Rey se sonrieron puesto que al fin tendrían a su bebé en brazos.

- Felicidades, es una niña - comentó una de la enfermeras.

Hicieron los cheques necesarios y luego la llevaron junto a ellos, la primera en abrazarla fue Rey quien estaba feliz y llorando debido al dolor que sintió durante todo el parto.

- ¿Cómo la llamaremos? - preguntó Ben sollozando.

- Padme, como tu abuela - Ben se sorprendió y sonrió, nunca había conocido a su abuela puesto que murió en el parto, pero por lo que sabía, era muy hermosa y gentil.

Rey se la pasó a Ben quien al momento de cargarla estaba temblando y tuvo que poner su mano en el brazo de él para calmarlo. La enfermara les pidió que se la dieran para llevarla a hacer un mejor chequeo y ponerla en una incubadora en lo que llevaban a Rey a su habitación y la bañaban. Ben salió todo emocionado del quirofano directo a la sala de espera donde lo esperaban sus padres, tíos y amigos de él y ella.

- ¿Y bien, es niña o niño? - preguntó Leia.

- Niña, y la llamamos Padme.

Leia se acercó a su hijo y lo abrazó con fuerza, agradecida por el nombre de su nieta, hizo un ademán para que Han y Luke se acercaran y el abrazo se agrando. Cuando se soltaron, Ben fue hacia sus amigos quienes lo recibieron con abrazos y muchos regalos que le darían a Rey y al bebé. La doctora se acercó a Ben y le dijo que podía ir a la habitación a verla, él asintió y se dirigió hacia allá. Ella sostenía a su pequeña niña en brazos, arrullandola para que durmiera pero el sonido de la puerta abrirse causó que volviera a abrir los ojos, él se acercó y Padme lo miró con esos ojos que heredó de su madre.

- Ambas son tan hermosas - dijo Ben con ternura - Las amo - besó la cabeza  de su hija y la sien de Rey.

- Y nosotras a ti - sonrió ampliamente.

La puerta se volvió a abrir, dejando entrar a Leia, Han, Luke, Lando, Rose, Armitage, Poe, Finn y Phasma, quienes traían diferentes regalos y globos.

Rey y Ben se miraron y suspiraron, este sería un largo día y por varias horas no podrían descansar ni estar solos.


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Hola! No soy buena describiendo este tipo de cosas pero hice lo que pude jajaja

Microfics Reylo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora