Microfics Reylo

Zamboni

Ben y Rey estaban practicando para el torneo de patinaje artístico sobre hielo, era muy importante para ambos ya que sí ganaban aquel torneo tendrían más posibilidades de aplicar para las olimpiadas.
Llevaban horas intentando perfeccionar aquella técnica pero debido al cansancio, cada vez lo hacían peor.

- Rey, deberíamos estar sincronizados, ¿no lo crees? - cuestionó Ben.

- Lo siento - contestó apenada.

- Lo están haciendo bien, chicos - comentó Rose para tratar de animarlos.

-Sí, aunque creo que deberían de haber descansado desde un hace rato - agregó Armitage.

- Concuerdo con Armi, necesitan descansar, se ven muy agotados - dijo Rose preocupada

- Pero debemos practicar, esto es muy importante chicos - alegó Ben.

- Lo sabemos, si ganan irán a las olimpiadas. - dijo Rose hablando como robot - nos lo has dicho un millón de veces.

- Lo bueno es que ni Rose ni yo estamos en ese torneo. Estaríamos igual que ustedes.

- La diferencia es que ustedes lo hacen más por diversión, mientras Rey y yo lo hacemos de profesión.

- Y aún así, deberían relajarse un rato. Si no lo hacen, no podrán hacerlo bien. Además, aún faltan varios meses para ese torneo, tienen bastante tiempo para entrenar.

- Exacto. Salgan, diviértanse un rato, por Dios. Me estresan - Armitage puso las yemas de sus dedos en su cien como si tuviera dolor de cabeza.

- Háganlo, chicos. Por nosotros, por ustedes. - suspiró.

- Los chicos tienen razón, Ben. Deberíamos descansar. - habló Rey.

Ben suspiró y asintió con la cabeza, estaba exhausto, pero no lo quería admitir. Rey y él salieron de la pista y fueron directo a sus amigos quienes al parecer ya se iban.

- ¿Cuánto tiempo más planean quedarse aquí? - preguntó Rose.

- Hasta qué nos salga bien - contestó Ben.

Rose puso los ojos en blanco - Creo que no debí preguntar, es obvio que ibas a contestar eso.

- Déjalo Rose, no va a entender. Es muy testarudo. - todos rieron excepto Ben.

- Que gracioso, Hux.

- Lo sé, sí que lo soy - miró el reloj de su muñeca - bueno, nosotros ya nos vamos. Tenemos cosas que hacer.

- ¿Ah, si? ¿Cómo qué? - cuestionó Ben con una ceja levantada.

- Como divertirnos - contestó Hux - así que si nos disculpan, nos vamos. Adiós.

Dicho eso, él y Rose salieron del lugar dejando a Rey y Ben solos en aquel lugar. Ambos fueron a tomar algo de agua y a refrescarse un poco, para luego volver a la pista. Ya dentro nuevamente, Rey estiró un poco y luego de dar algunas vueltas en su mismo eje, se tiró al suelo y se quedó ahí. Ben la vio y se sentó junto a ella.

-Está fresco, acuéstate - le dijo a Ben.

Ben sonrió y le hizo caso, se acostó junto a ella y estuvieron así un buen rato. Ambos estaban descansando acostados en el hielo luego de un arduo entrenamiento.

- Ben, gracias por dejarme descansar.

- Pero recuerda que sólo unos minutos, debemos  entrenar hasta que nos salga perfecto.

Rey bufó y se levantó, se dirigió hacia él y le extendió la mano.

- Diviértete un poco, ven. - puso ojos de perrito y Ben aceptó ante la ternura de ella.

Rey lo llevó hacia el Zamboni que estaba estacionado en la orilla de la pista, se subió y llamó a Ben para que hiciera lo mismo.

- No, no deberíamos.

- Ben, será divertido - sonrió.

Ben suspiró y se subió con precaución detrás de Rey.

- ¿Sabes utilizarlo? - cuestionó él.

- No - rió - pero quería pasar, tiempo con mi novio - lo besó.

Ben suspiró y negó con la cabeza. Bajó del Zamboni, cargó a Rey para también bajarla y ella lo miró desconcertada.

- Te quiero, Rey. Pero tenemos que seguir las reglas y no deberíamos subirnos a esto. Si querías estar conmigo, sólo lo hubieras dicho.

Rey sonrió y lo abrazó.

- Tienes razón mejor sigamos entrenando.

Ambos se tomaron de la mano y volvieron al centro de la pista.

- ¿Estás segura que quieres seguir entrenando ahora? Podemos descansar otros minutos más. - dijo Ben.

- ¿Seguro? Creí que querías "seguir entrenando hasta que nos salga perfecto"- imitó a Ben.

Ben rió - Estaba tan concentrado en esto y pensando en mí, que no se me pasó por la mente preguntar como te sentías tú. Fui un egoísta.

- Está bien, Ben. Sé que este es tu sueño y también es el mío, pero debemos descansar por el bien de ambos.

- Tienes razón. Soy un imbécil.

- Sí, sí lo eres. Sólo algunas veces y aún así te amo - sonrió.

- Sé que lo haces.

Ben se acercó a ella y la abrazó por un largo tiempo, disfrutando del momento. Cuando se soltaron, sonrieron y él la tomó de la mano.

- ¿Sabes qué? El entrenamiento terminó por hoy.

- Pero...

- Pero nada - Ben la interrumpió - saldremos un rato a divertirnos y mañana seguiremos practicando.

Rey se sentía feliz por lo dicho por Ben, asintió y salieron de la pista. Cada quien fue a los vestidores correspondientes y cuando ya estuvieron listos, se encontraron en la entrada del establecimiento.

- ¿Nos vamos? - dobló su brazo para Rey entrelazara el suyo.

- Claro. ¿Pero a dónde? - preguntó ella.

- No lo sé, sólo salgamos de aquí.

Ambos rieron, ella le dio un beso en la mejilla y después salieron del lugar felices ya que al fin podrían descansar mejor.