Viaje

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Creyó que aquel viaje hacia su nueva ciudad sería algo aburrido, pero no contaba con que su compañero de vuelo fuera muy interesante y atractivo. Sus misteriosos ojos avellana la cautivaron y aquel gran hombre tenía algo que la hacía estremecer. Rey sabía que tal vez esta sería la última y única vez que se vieran, así que le pidió su número, el cual con mucho gusto le dio Ben.

- Por un momento pensé que este viaje sería igual de aburrido que todos los demás y me equivoqué.

- Hablar con usted, ha sido interesante - se abrochó el cinturón puesto que estaban a punto de aterrizar.

- Espero mantenernos en contacto, señorita Rey - le dio aquel papelito - usted es bastante interesante.

- Gracias, Ben - leyó el papel - estaré encantada de recibir un mensaje suyo. Aunque, no es por entrometerme, pero ¿a qué va a aquella ciudad? - Cuestionó intentando no sonar tan interesada.

- Vivo allá, sólo que tuve que ir a Jakku por trabajo.

- ¿Vive en Naboo? Yo también, bueno, de ahora en adelante. Es que me estoy mudando.

- Entonces será mas fácil que la pueda invitar a un restaurante que tiene la mejor vista de la ciudad, le encantará. - Rey sonrió. Se dio la instrucción de que ya podían salir del avión.

- No sé que decir - Rey pensaba en el comentario de aquel hombre - no sé cuanto tiempo tome mudarme y acoplarme a mi nuevo trabajo - acomodó su cabello.

- La oferta seguirá en pie, mande un mensaje cuando tenga el tiempo de salir - sonrió y caminó por el pasillo para salir del avión, mientras Rey seguía atónita.

Ella sonrió para si, sacó sus maletas de mano y salió lo mas rápido posible para ver si lo volvía a ver en el aeropuerto, cosa que no sucedió. El hombre se había esfumado como un mago. Después de agarrar sus demás maletas, tomó un taxi y llegó a su nuevo apartamento, no era lujoso pero sí muy acogedor. Descansó ese día, puesto que al siguiente tendría que ir a su primer día de trabajo, la cual la ponía muy nerviosa.

Despertó, se arregló con una camisa azul cielo brillante, un pantalón de vestir y blazer color marrón y su bolso negro.
Desayunó algo ligero y pasó por una cafetería a comprar un capuchino caliente. Llegó a aquel gran edificio y entró, en la recepción se encontró con una chica que sonría ampliamente y se acercó a ella.

- Buenos días. Disculpa, ¿Podrías decirme dónde está la oficina de la directora ejecutiva Organa?

- ¡Claro! ¿Eres la chica nueva, verdad? Soy Paige - extendió su mano.

- Hola, Soy rey - aceptó su mano.

- ¡Rose! - gritó hacía una chica que caminaba con algunos papeles en sus manos - Llévala con la CEO - señaló a Rey.

- Por supuesto - contestó alegremente - sígueme - se dirigió hacia ella y ambas entraron al ascensor, oprimió el botón del último piso y luego de unos segundos ya estaban ahí.

- Al parecer seremos compañeras, estoy tan feliz - habló entusiasmada - Leia te caerá muy bien, en una persona muy amable y es alguien en quien se puede confiar. Su hijo es una buena persona también, aunque es algo reservado y casi no habla con nadie, espero que tú tengas suerte acercándote a él. Es guapo, pero no es mi tipo - susurró y luego rió al igual que Rey.

Llegaron a la oficina de Leia, Rose se despidió y Kaydel la secretaria de Leia la llevó a la oficina, entraron y Leia la miró de forma seria para luego sonreír.

- Bienvenida, Rey - sonreía ampliamente - estamos felices de tener una nueva editora, en estos días podrás acomodarte en tu oficina. Tu jefe será Almilyn Holdo y mi hijo Ben te enseñara el lugar, quien al parecer aún no llega - dijo lo último algo molesta - así que Poe, uno de tus compañeros, lo hará por él - volvió a sonreír - Espero que te acoples pronto y en verdad, estamos felices de tenerte aquí. Si me disculpas, tengo algunos asuntos que atender.

Rey asintió y salió de la oficina, un chico de cabellera castaña se acercó a ella y antes saludó de forma coqueta a Kaydel.

- Así que tú eres la nueva. Bienvenida. Sígueme.

Rey iba tras él, mientras le mostraba algunos lugares importantes del edificio, llegaron hasta la planta baja y tuvo que disculparse por algunos  segundos puesto que la secretaria de recepción lo mandó a llamar, dejándola por unos momentos sola viendo a su alrededor. Miró la portada de la revista del mes que estaba colgada ena pared, se acercó y chocó con un hombre bastante alto y grande.

- Disculpe, no la vi - le dijo mientras se acomodaba su chaleco.

- ¿Ben? - preguntó ella, esperanzada.

- Señorita Rey - contestó con una sonrisa - ¿Qué la trae por aquí? - cuestionó algo desconcertado.

- ¡Rey! - gritó Poe a lo lejos - No voy a poder seguir con el recorrido, me salió trabajo de último momento - dijo mientras se acercaba a ambos - Oh. Hola, Ben - saludó alegremente - Llegando tarde por primera vez, esto es extraño. Bueno, ya puedes comenzar con tu primera tarea del día, la cual ya casi terminé yo. Ya le mostré todo el edificio, sólo falta llevarla a su nueva oficina y ya - señaló a Rey, quien estaba algo confundida - Rey, fue un placer conocerte, nos estaremos viendo, tal vez al rato ya que tu oficina está cerca de la mía, de la de Finn y Rose, ellos te caerán bien. Adiós - dicho eso, fue corriendo hacia el ascensor.

- Tú eres la nueva - contestó para si mismo.

- Y supongo que tú eres el hijo de la CEO.

- La puedes llamar Leia, y sí. Lamento llegar tarde, mi padre me entretuvo un rato arreglando su auto, el "Halcón milenario". - suspiró.

- Tranquilo, no tienes que darme explicaciones a mí, si no a tu madre que estaba algo molesta.

- Lo entenderá - sonrió - Ven, te mostraré tu oficina - puso su mano en la espalda de la chica, lo cual la hizo estremecer al sentir esa gran mano, ambos entraron al ascensor y subió.

- Ya que trabajaremos en el mismo lugar, espero que la invitación al restaurante siga en pie - dijo saliendo del ascensor junto a ella.

- Claro que sí, pero ¿no hay una política de no salir con alguien del trabajo?

- Aquí no, por ejemplo, Poe sale con Kaydel, Armitage con Rose y Finn con Jannah. Y conmigo hay muchísimo menos problema ya que soy el subdirector de la empresa - le guiño el ojo.

Ben abrió la puerta de la nueva oficina de Rey y él la dejó entrar primero, ella le echo un vistazo y se emocionó, abrazando a Ben inconscientemente. Ella se separó rápidamente al darse cuenta de su acción y él sólo le sonría.

- Lo siento, cuando me emociono suelo abrazar a las personas - se disculpó con vergüenza.

- Está bien. No recibo muchos abrazos, así que gracias - comentó riendo un poco - debo ir a la oficina de mi madre, pero nos vemos al rato. Paso por ti a tu apartamento a las ocho - comentó con un guiño en el ojo y una sonrisa coqueta.

- No sabes donde vivo - respondió, levantando una ceja.

- Tengo acceso a la información de los empleados, en menos de cinco minutos sabré donde vives. Nos vemos en la noche - dicho eso, cerró la puerta y se fue.

Rey se sentó en la silla de su escritorio y se puso a analizar lo que sucedió con Ben, estaba asombrada, animada y muy entusiasmada. Al parecer su segundo día en esta ciudad sería maravilloso.

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Espero que les haya gustado esto como a mí <3
Me costó algo de trabajo pensar en la compañía que trabajarían ambos, tuve tres opciones y creo que elegí la mejor.

Microfics Reylo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora