Ambrosía/Ecuador

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Advertencia: 🔞

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La clase terminó y Rey fue la última en entregar el examen. Mientras recogía sus cosas, el profesor Solo calificaba los exámenes y cuando ella estuvo a punto de salir apurada puesto que su siguiente clase era al otro lado del campus, él la llamó.

- Señorita Rey, le fue bastante bien, aunque vi que no contestó una pregunta. - Rey asintió - La respuesta era ambrosía.

- Tal vez podría darme tutoría sobre ese tema - sonrió.

- La veo en mi oficina luego de su última clase.

-Por supuesto - asintió y salió felizmente.

Las clases pasaron más rápido de lo creía y cuando sonó el timbre de que aquella última clase había terminado, salió lo más pronto posible. Se dirigió hacia su casillero y mientras guardaba algunas cosas dentro y metía aquel libro para su "tutoría" en su mochila, sus amigos Rose, Finn y Poe se acercaron a ella.

- Rey, ¿vienes con nosotros al bar? Es viernes y hay que disfrutar - preguntó Poe felizmente.

- No puedo, lo siento chicos. Tengo tutoría con el profesor Solo.

- ¿El profesor Solo? - cuestionó Rose y Rey asintió.

- A veces me da miedo - comentó Finn - luego nos cuentas como te fue.

- No entiendo porque les da miedo, sólo es 3 años más grande que nosotros y lo conozco desde que somos niños.

- Sí da miedo. El otro día me regañó porque según no estaba prestando atención - volteó los ojos - sólo me distraje unos segundos y fue porque alguien me lanzó algo - bufó - pero bueno, suerte. Supongo que es diferente contigo por lo mismo de que se conocen desde hace tiempo. Eran vecinos, ¿verdad? - Rey asintió y Poe suspiró - Nos vemos mañana, recuerda que tenemos que terminar aquel proyecto para el lunes - la señaló con su dedo índice mientras caminaba hacia atrás.

-Está bien, adiós.

Los tres amigos se fueron y ella siguió arreglando su casillero. Los pasillos poco a poco se fueron vaciando y ella se dirigió hacia la oficina de Ben que estaba en el segundo piso al final del pasillo, ese piso estaba completamente vacío y a Rey le dio escalofríos, al parecer los profesores ya se habían ido, a excepción de su profesor de literatura, Ben Solo.

Tocó la puerta y escuchó como una voz grave le decía que entrara. Hizo caso y una vez dentro, cerró la puerta.

- Señorita Johnson. Por un momento pensé que no vendría - su mirada era intensa.

Rey tragó saliva, el profesor Solo desde el principio del semestre había llamado su atención, bueno, en realidad desde que eran adolescentes, y estar solamente ellos dos en aquella oficina le hacía erizar la piel y no saber que decir.

- ¿Trae el libro? - Rey asintió y sacó el gran libro de su mochila. Lo puso en el escritorio y Ben lo tomó.

Ben hojeaba el libro y Rey echaba un vistazo a la oficina, su mirada se posó en un gran globo terráqueo que estaba a la izquierda del escritorio, se dirigió hacia allá y comenzó a girarlo. Ben se dio cuenta y se acercó a ella, más cerca de lo que ella imaginaba, rodeandola por detrás como si la fuera a abrazar.

- Mira - detuvo el globo - Éste es el Ecuador - trazó una línea con su dedo - esa línea, divide al planeta en dos partes iguales - habló al oído de Rey.

- Lo sé, profesor Solo - susurró - tuve clases de geografía en el pasado, pero gracias por recordarmelo.

Se separó de ella y volvió a atrás de su escritorio, encontró la página donde venía la información sobre los griegos y le pidió a Rey que se acercara.

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