My Evil Doctor // Bnior - JJPROJECT

Capítulo 2

- ¿Crees que Jinyoung esté por llegar?

- Hoy tiene turno completo.

- Sé que no está bien lo que hacemos, pero...

- ¿Quieres terminar?

- Ni siquiera puedo respirar, si no estás conmigo.

- Te necesito.

- ¿Estás enamorado de Jinyoung hyung?

- No lo sé. Tan sólo, seamos tú y yo.

- Te deseo...

- Y yo a ti, bebé.

- Hazme tuyo. Fóllame...

- Voy a enterrar mi polla en ti, tan profundo que verás estrellas.

Los recuerdos del pasado venían a él, como pesadillas ardientes que intentaban destruir la poca cordura guardada- ¡MALDITO HIJO DE PUTA!- gritó, entre sueños, apretando las sábanas. El sudor deslizándose por su frente y sollozos apretados en la boca- Te amé con locura ¡¿Cómo puedes hacer esto?! Voy a destruir tu vida ¡Lo juro!- gruñó, mientras lágrimas se deslizaron, violentamente, a través de las mejillas. Jinyoung, aún, guardaba el inmenso dolor del pérfido engaño. Fue tan ingenuo y bueno en el pasado, allí comprendió que las personas nobles no tenían cabida en este mundo.

Jaebeom estaba cumpliendo el turno completo y su magullado cuerpo necesitó un respiro, antes de volver a la pista, por lo que la habitación de médicos de guardia sonó tentadora; según le informaron, el personal del área determinó que los miembros podían disfrutar de aquellas bondades. Sin embargo, la sorpresa fue mayúscula cuando vio al Doctor Park sumido en un estado cruel e indefenso, nunca pensó que alguien con tal fortaleza, mal carácter y carente de sentimientos iba a ser tan atrayente.

Se acercó a él y no evitó acariciar el suave cabello del mayor, el intenso deseo de proteger al hombre saltó de su pecho- ¿Por qué sufres Park Jinyoung?- pensó, para sí mismo. Im tocó la nívea piel, del rostro ajeno, alejando las infames lágrimas y, por primera vez, se dio cuenta del magnetismo que provocaba el sujeto.

- ¡No me dejes, por favor!- clamó el médico, lazándose a los brazo de Jaebeom- Por favor, por favor, por favor...

- ¿Está bien? ¿Doctor Park?- el pelinegro se dejó embriagar en el dulce olor de Jin. Aquel hombre detestable se deshacía sobre su regazo.

- Yo...- masculló Jinyoung. Segundos de silencio y el caos detonó-¡¿QUÉ MIERDA HACES AQUÍ? ¡¿POR QUÉ ME ABRAZAS?!- vociferó Jin, entonando los ojos de rabia líquida.

- Vine a descansar, aquí- apuntó a una de las camas- Y, usted...- Jinyoung entrecerró los orbes- ¡Sí, usted! Se abalanzó encima- apuntó al hombre sobre sus piernas, el cual, con total descaro, ni siquiera se movió un centímetro.

- ¿Querías abusar de mí? ¿Eh? Sonrisa sin ojos- el mayor extendió las cuencas- ¡Mira! Tienes ojos y bonitos, muy bonitos...- sonrió con malicia.