Capítulo 29| Ulises Guzmán
Alexander
Observo como la castaña camina por los pasillos del instituto junto a sus amigas de manera divertida. Sus risas se hacían presente por los largos recorridos, pero algo en ellas era distinto, Stella no sonreía y no les seguía el juego. Desde fuera mostraba que quería alejarse de allí, como si quisiera alejarse.
Observo a Felix de arriba hacia abajo hasta encontrar donde tenía su mirada, él las estaba analizando por varios segundos.
—Si se lo siguen ocultando, terminarán hiriéndose entre ustedes —hablo con seguridad—, veo como Stella y tú se alejan de Valei para poder ocultar mejor su secreto. Pero cuando lo descubra y sepa que lo saben desde que llegó, ¿ustedes piensan que los va a perdonar?
Seconts aprieta su puño contra la mesa y respira de manera pesada.
—Le prometimos a la familia Guzmán que guardaríamos esto hasta que ellos lo suelten. No tenemos otra opción —murmura, intentando ser sensato.
—¿Quieres perder la amistad que creaste con Valei? — pregunto, rogando a que abra los ojos de una maldita vez. Desde que los cerró para contenerse, los mantuvo así. Odiaba que se relacionara con esa familia.
—¿Y tú quieres perderla? La relación que van creando poco a poco se va a ir a la mierda si también se entera que estabas enterado —contraataca.
Pocas veces uno podía ver la faceta enojada de Felix, siempre se lograba contener. Pero en esta ocasión le está doliendo.
Una amistad que al menos tuviste varias semanas y te has encariñado, vale mucho. Esto le estaba ocurriendo a Seconts.
—Ya he tomado la decisión de no alejarme de Brown. No lo haré por nada en el mundo y no dejaré que nos aleje un puto secreto de mierda.
Su rostro cada vez se contraía y buscaba palabras para hablar, pero nada le salía de los labios cuando lo intentaba.
—Es un secreto leve —comienza a hablar con dificultades—, ¿de verdad crees que le afectará mucho?
Siento como mis ojos comienzan a arder. Tenía razón, no era un secreto de mucho misterio, pero si afectaba a la gente.
—No losé, ojalá que se lo tome de manera positiva.
A los segundos de terminar nuestra conversación vemos como las chicas se posan frente a nosotros con libros en mano. La pelirroja se aleja de ellas y se coloca a un costado de Ulises que acaba de aparecer. Le da un beso en la mejilla y ambos se sonríen.
«Si ella supiera la verdadera historia de su novio tal vez no lo vería tan enamorada, si es que, no la conocía ya»
—Hola chicos —Thiago entra a la escena y nos entrega una hermosa sonrisa de dientes—, guapas— ahora las saluda a las chicas.
La pálida piel de Candelaria se convierte en un rojizo contagioso. Tantos años Beckett tuvo que soportar verla con otros chicos y cuando está en penúltimo año por fin van por buen camino.
—Hoy pensábamos ir de compras al pueblo vecino, ¿nos acompañan? — masculla la rubia viendo a Valei que se encontraba nerviosa.
Hundo mis cejas al saber que ella no debe estar cerca de nosotros en público o será más castigada de lo que ya está. Esa no era la idea.
—En Montaña clara nadie nos reconocerá para decirle a Abigail, podremos estar todos tranquilos —susurra Brown cuando se sienta a mi lado.
—¿A qué hora? Nosotros vamos.
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Las flechas de Alex
Novela JuvenilLos padres de Valei han tomado la decisión: su hija tenía que experimentar nuevas aventuras en un nuevo lugar, haciéndole espacio en la cabaña familiar del pueblo Hopehould. Ella quedará atrapada allí; en un pueblo repleto de nieve, que la dejara si...