Las flechas de Alex

13|Cupido, es igual, a Thiago

Capítulo dedicado a Anneliese26 con un cariño inmenso<3.

Valeria.

Sábado, un lindo sábado. Los pájaros cantan y el sol brilla, mis ojos se abren serenos y mi sonrisa reina en mi rostro. Mentira, ni cantan los animales ni el sol existe, solo hay nieve cayéndose por la ventana y tengo una cara de culo que llega a narnia. Esto no es una novela, debemos dejar las cosas claras, uno recién despertado es un asco.

Con cansancio me levanto de mi cama y elevo la cortina para ver la nieve danzar, era algo digno de observar, así que con rapidez me acerco a mi mesita de noche y agarro mi cámara fotográfica, apunto hacia afuera dejando ver copos de nieve y un bosque pintado de blanco. Me enamoraba este paisaje.

Emocionada por ver las fotos recién sacadas entro a la galería y comienzo a ver una por una, y claramente soy genial sacando fotos, atrapan cada momento y se plasman en la imagen.

Sigo avanzando y encuentro unas fotos de un Alex con nieve por su cabello a la vez que sonreía entre risas, esa era para cuando fui a su primera clase de matemáticas. El jueves y viernes también me dió clases y su rostro de la misma forma se encontraban en mi galería.
Puedo admitir que he aprendido en esas clases.

Seguí pasando mientras sonreía por que realmente estaban hermosas, hasta encontrar una en especial que me llevó de inmediato al momento del viernes.

Era viernes, Felix, Thiago y Ulises ya no se encontraban castigados, pero Alex y yo sí, sumándole al idiota de Nick que fue el chico que llamó perra a Stella.
Estaba cansada y la paciencia no me estaba ayudando, se me agotaba en cada minuto que pasaba con los comentarios del idiota que nos acompañaba al chico de la flecha y a mi.

—Estas bien guapa, Valeria.—Masculla Nick mientras se acerca a mi con unos libros en mano. Sus ojos brillaban, pero me incomodaban.

No era un feo chico, pero si era tarado. Nadie tiene el derecho de molestar a nadie y eso me sacaba de mis casillas.

—Aléjate de ella—. Habla Alex a mi lado.

Yo no quería más peleas, así que me alejo de ellos para buscar los últimos libros y guardarlos en la sección más alejada de la biblioteca; las novelas juveniles.

Con muchos libros en mano, tapando mi vista comienzo a caminar sin dudarlo, ya que no quería hacer muchas vueltas para dejar todos los libros que tenía que guardar. Sí, soy realmente floja. Pero mi cuerpo no daba para más.

Cruzo algunas estanterías a veces tambaleándome hasta llegar al lugar, y mientras coloco una enorme torre de libros en la mesa, me encuentro a un Miller con mi cámara en manos y revisando las fotos.

—Diablos, ¿eres flahs y no me he enterado?—Suelto sorprendida por su presencia.

Mi cámara.

—Puede ser que yo sea rápido, pero lo que pasa es que tú eres muy lenta y torpe, te imaginé en el suelo un par de veces para llegar hasta acá—. Ríe acercándose a mi mientras me apunta con mi propia cámara.

«Eso es mío.» Me acerco a él para arrebatársela de sus manos, pero mi plan no funciona cuando las fotos comienzan a ser tomadas.

No quería que me fotografiara.

—Suéltala, Alex. No seas idiota.

—Sonríe para la foto, Brown.