Capítulo 18

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Destiny anduvo apresuradamente el corto trayecto hasta la Iglesia del Santo Sepulcro. En su cabeza no paraban de formarse diferentes hipótesis sobre por qué Satanás había robado aquel catalizador de sueños. Fuera lo que fuere debía de ser algo bastante esencial para sus planes con respecto a las alas de Aurea. Y a su vez ello lo convertía en algo sumamente perverso.

Pronto llegó a la entrada, dónde consiguió inmiscuirse entre los primeros turistas, que temprano, acudían a visitar aquella iglesia tan simbólica para su religión. Después comenzó a recorrer aquel edificio con la ayuda de un mapa que había podido coger en la entrada. En él venían explicados detalles históricos y por supuesto los nombres de las distintas áreas de la Iglesia que Destiny encontraba a su paso.

Por fin alcanzó la capilla del ángel con gran impaciencia. No podía esperar ni un minuto más para saber la verdad ya por fin. Por no hablar del mal presentimiento que tenía sobre su pacto con el diablo, estaba mas que segura que sería ahora cuando haría uso de ello. Y lo que más le aterraba, mucho más que contribuir a que Lucifer se hiciera con el poder total del universo, era hacer daño a sus seres queridos. O incluso matarlos.

Entró en aquel lugar ciertamente recóndito y se detuvo en seco en la mismísima entrada ante la belleza de aquella construcción fruto de unas manos humanas. La estancia, gris y dorada, transmitía grandeza y belleza en si misma: desde los relieves plasmados en la piedra de la entrada, hasta su techo y las lámparas de plata y oro que colgaban de este último. Todo ello provocaba que ahí dentro se respirara un aire beatífico.

Sacudiendo la cabeza salió del ensimismamiento que le había provocado la capilla. De modo que se puso a pensar en la forma mediante la cual escuchar el Cielo. Ella solo había escuchado que era posible, pero no sabía cómo ocurría aquello. Instintivamente probó primero a escuchar atentamente el silencio sepulcral del lugar, albergando la esperanza de que entre la nada comenzara a percibir cualquier sonido proveniente del Cielo. De alguna manera eso le llevó a pensar en su padre, en su reacción ante su huida del Cielo, del dolor que seguro le había provocado.

En efecto, aquella meditación con su yo interior y la capilla del ángel le ayudó a oír suaves murmullos ininteligibles. Entonces, abrió los ojos concentrándose en hallar el lugar exacto del que provenían, ya que ahí estaba segura de sería más audibles.

Según tanteaba con la intensidad del sonido, averiguó que el foco de aquellas voces era una de las paredes de la capilla; concretamente la de su derecha. Por lo que decidió acercarse a ella. Efectivamente el sonido era mas fuerte, pero no dejaba de ser un ruido de voces sin sentido alguno. Tenía que haber alguna manera de conseguir que todo aquello se volvieran frases lógicas, sino jamás sabría la verdad.

Así pues, inspeccionando la pared, intentando encontrar algo desconocido, apoyó instintivamente la mano en la pared. Y de pronto, todas y cada una de las voces cobraron sentido:

<< -Sarah, ¿tú sabes dónde podría haber ido mi hija? ¿Por qué diablos se marcha ahora? -dijo el Gran Icsel.

Las puertas del salón del trono se abrieron.

-Jake ha desaparecido, señor, nadie lo ha visto desde ayer por la noche- anunció Claire entrando en la estancia.

-No te preocupes por él Claire, Jake está con Destiny. Los dos se fueron ayer por la noche. - ahora era Sarah la que hablaba

- ¿Qué? - la voz de Claire reflejaba incredulidad.

Escuchó el sonido del papel al pasar de unas manos a otras.

Las alas de AureaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora