Capítulo 36

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Después de que las enormes puertas del gran salón se cerraran, intenté agudizar mi oído con la esperanza de lograr escuchar algo de la conversación. Desafortunadamente, el grosor del portón era tal que únicamente pude distinguir diferentes voces emitiendo un murmullo inteligible.Segundos más tarde, dos amazonas abrieron desde dentro la gigantesca puerta, descubriendo a los ángeles del interior; quiénes, tenían por completo su mirada fijada en mí.

Sinceramente, no sé cual fue mi reacción. Sólo sé que me fijé en la mirada tranquilizadora de Axel invitándome a entrar junto a ellos. Por otro lado, vi por el rabillo del ojo, que el resto de los presentes me miraban incrédulos, a la vez que felices; tal y como Axel me había dicho.

Tras dar unos cuantos pasos, desvié mis ojos y vi a Sarah. Era ella y estaba viva. Aquello supuso una gran explosión de diferentes emociones en mi interior, pues el alivio y la alegría curaron las heridas de aquella gran mentira sobre su muerte. E incluso la furia afloró también con fuerza, trayendo consigo el deseo de vengarme de todas las mentiras que Satanás y Aeryn me habían hecho creer.

-Sarah...- su nombre se escapó inconscientemente de mis labios a la vez que me paré en seco- Sarah...

Mi amiga me sonreía maravillada como si yo fuese un sueño hecho realidad. Además, vino hacia mí para abrazarme con su eufórica alegría de siempre. En el momento en el que ponía sus brazos alrededor de mí, sentí como mis ojos se llenaban de lágrimas de felicidad.

- ¡Agnes! ¡Tú también estas aquí!

Luego se separó de mí, pero me cogió la mano como si pensase que me fuera a esfumar de lo contrario.

-Bueno. Agnes, ella es Bellatrix, General de las amazonas celestiales.

-Hola, Agnes. Tu presencia aquí es una alegría para todas, creíamos que iba a ser imposible traerte de vuelta con nosotros.

Sonreí tímidamente.

- Supongo que sí. La verdad es que me engañaron. Ojalá, hubiera puesto más resistencia...

Suspiré.

-No te preocupes, es difícil resistirse al poder del catalizador de sueños- me sonrió amablemente.

Al instante fruncí el ceño.

- ¿Qué es el catalizador de sueños?

-Es una gema muy poderosa capaz de influir una fuerte manipulación sobre sus víctimas. Satanás y Aeryn querían volverte en nuestra contra, así que me usaron a mí y a Jason...- comenzó a explicar Axel.

Desconecté de inmediato ya que me había dado cuenta de que había pasado algo por alto; aunque más bien a alguien. A Jason. Él había empezado a llevar al cuello un colgante con una gema, que supuestamente, le habían regalado mi madre. Eso era el catalizador. Rápidamente, el corazón comenzó a dolerme profundamente, con tan solo imaginar que él hubiera podido involucrarse en todo aquello; que hubiese ayudado a que me manipularan. Desgraciadamente ello iba más allá de la simple imaginación; simplemente, era la realidad. La pura y dolorosa realidad. Con cada pesadilla que había tenido, Jason me había confundido para que pensara que aquello era real y no un sueño producido por el catalizador. Yo creía que él sentía algo real por mí, que jamás me traicionaría de esa manera.

Sin embargo, a esas alturas no pude empezar a sospechar que desde el principio todo había sido fingido. Todo. Desde el primer momento en el que se acercó a mí en la Tierra, comenzaba a creer, que había actuado conmigo. Él era un aliado de Satanás y Aeryn, y por ello tenía sentido que los tres hubieran trabajado juntos desde que fui enviada a la Tierra. Había sido entonces cuando habían comenzado a ardid aquella red de mentiras y farsas para tenerme de su lado, y así, obtener las alas de Aurea.

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⏰ Última actualización: Nov 03, 2020 ⏰

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