En el idílico jardín celestial de Cupido, Axel comenzaba a mover sus párpados regresando de aquel denso sueño en el cual se había sumergido antes. Lo primero que vio, fue a una mujer de oscuros cabellos carmesíes y ojos negros, que, en ese momento, le miraba con muchísima atención.
-Joven, ¿estás bien? – preguntó con suavidad.
Axel no respondió al ángel de las ánimas, sino que intentó incorporarse en el suelo lentamente. Se sentía mareado y desorientado, aparte de extrañado ya que no entendía cómo es que se había desmayado.
- ¿Qué me ha pasado?
- Mientras estabas inconsciente he visto que tenías una herida en la espalda. La he examinado y he descubierto que alguien te había apuñalado con sedante mágico de amapola y valeriana.
Aeryn. Ella le había acuchillado tan vilmente por detrás. Claro, ahora todo cobraba sentido. Aeryn no le había herido con intención de debilitarle, tal y como había creído; al contrario, le había inyectado un tranquilizante para dejarlo fuera de combate. Así le hacía las cosas más fáciles a Ethan.
-Espera... Si me han sedado con ese calmante, ¿cuánto he estado durmiendo?
-Apenas unos minutos. En este jardín he podido encontrar guaraná y ajedrea para elaborar un preparado que te despertara.
-Gracias, entonces. Por un momento pensaba que llevaba dormido semanas o meses.
-Como ves no ha sido así- sonrió delicadamente- a propósito, ¿por qué me ha secuestrado el hijo de Satanás?
- Sí, discúlpanos por eso- sonrió cohibido, y ante el gesto de incomprensión de ella prosiguió explicando- verás, Oráculo, Damian, Sarah y las amazonas celestiales y yo, queríamos venir a hablar contigo sobre algo importante. Pero alguien nos avisó de que Satanás y Aeryn lo habían descubierto, así que tuvimos que improvisar otro plan. Sarah y yo iríamos a hablar contigo, mientras los demás los distraían. Lo que no contábamos con que Ethan fuera a ser tu perrito guardián.
- ¡Ay, Sarah! ¿Te refieres a ese ángel blanco que vino a aprender cómo ser un ángel del guarda? - Axel asintió en respuesta- pero, a ver, no entiendo ¿Qué ocurre con Satanás y Aeryn?
Axel se rascó la sien sin saber por dónde comenzar a explicarle todo aquel embrollo.
- ¿Conoces la profecía de las Alas de Aurea?
-Por supuesto, no vivo tan apartada del Cielo.
- Bien, pues los tres hijos de los tres grandes ángeles del Cielo: son Destiny, Damian y Agnes, hija de Satanás y Aeryn.
-No conozco a esa última joven, pero supongo que ello lo desencadenó la infidelidad de Aurea con el propio diablo.
- Así es. Ella ha crecido en la Tierra, entre los mortales, sin tener idea de nosotros y de nuestro mundo. Entonces, sus padres la han secuestrado para cambiar su naturaleza original, la cual creemos que es demoníaca y angelical, y tornarla completamente diabólica para que así ella les entregue las alas.
-Dios mío, qué horror. Pero... ¿Cómo te llamas?
-Soy Axel.
-Bien, Axel. Para conseguir esas alas hace falta que Destiny y Damian también quieran dárselas.
-Lo sabemos. A Destiny la engañó Satanás para firmar un pacto con él, y luego Damian...no sabemos qué tienen preparado para él.
ESTÁS LEYENDO
Las alas de Aurea
ParanormalLa verdad significa poder. El amor separación. La familia, caos. La normalidad, cambio. Agnes creía que era una chica normal y corriente(del motón). Jake pensaba que había perdido a su hermana. Agnes creía tener una familia. Poder y de...