Capítulo 19

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Las amazonas celestiales ya habían regresado cuando Bellatrix, acompañada de Sarah y Damian, entraron en el salón del trono. Todas ellas mostraban un aspecto impecable tras haber asistido a una batalla campal en el fondo del océano. Además, cuando vieron al ángel de la guerra entrar en la estancia, todas le mostraron sus respetos con una leve reverencia.

-General, venimos a informar de la situación- dijo Ánima.

- Bien.

Bellatrix anduvo hasta el trono del salón, dónde en vez de sentarse en el asiento, se sentó encima del reposa brazo izquierdo adoptando una postura de autoridad.

-Fuimos atacadas por Lucifer, y una mujer. No estamos seguras de su identidad. Los ángeles acuáticos creían que era Victoria, la hermana de Aurea. Sin embargo, nosotras creemos que era Aurea la que le acompañaba.

- ¿Desde cuando Aurea tiene una hermana? - le susurró Sarah a Damian.

Ambos estaban de pie cerca de la puerta del salón del trono, expectantes ante la escena.

- ¿Por qué?

- Intuición, señora. Sinceramente no creemos que ninguna de las dos hermanas se beneficiase de ayudar a Lucifer. Victoria, perdería su condición inmortal y seguramente acabaría muerta en poco tiempo. Tras tantos años de vida su cuerpo mortal no sería capaz de sobrevivir teniendo cientos de años de antigüedad. Por otro lado, Aurea jamás conseguiría que Aeryn y Satanás le otorgaran las alas. En el caso de que ella las quisiera recuperar.

-Coincido en tu postura, Ánima. Mas creo que hay algún detalle más convincente para pensar que aquella mujer que acompañaba a Satanás era Aurea. No sé si estoy en lo cierto, pero sospecho que Victoria tiene una hija- se levantó del reposa brazos y empezó a caminar por el salón- y también sospecho que ella estaba ahí, luchando junto vosotras. La hija de la propia Victoria dudo que estuviera luchando contra su madre.

-Perdone mi atrevimiento General, ¿pero porque sospecha tal cosa?

-Hace poco le hice una visita a mi viejo amigo el General de los ángeles acuáticos. Y en dicha visita, me topé con un ángel que jamás había visto: una joven pelirroja que me recordó enormemente a Victoria.

- Entonces, tiene sentido que la mujer que acompañaba a Satanás hoy, fuera Aurea- señaló Sarah.

- Bien, tenemos que averiguar por qué ayuda Aurea a Lucifer.

-Son madre e hijo, ¿no es suficiente? – dijo Sarah.

-Querida, cuando se habla del poder del mundo se suelen olvidar los lazos familiares- respondió Bellatrix jactándose de la ingenuidad de la joven.

-¿Entonces piensa que Aurea va a traicionar a Lucifer en cualquier momento?

-Así es Sarah, así es. Además, en la enfermería, Axel nos ha contado lo sucedido en la biblioteca Angelus. En el comienzo de su historia ha mencionado un pequeño cofre llamado la perdición del alma, puede que esto nos haya llamado la atención. Por supuesto no es mi caso. Ese cofre contiene la llave que el mismísimo San Pedro recibió por parte de Dios; la llave del Cielo. Sospecho que pocos conocen el interior de ese cofre, pero la antigua esposa de San Pedro desde luego que sí.

Los presentes mostraron su sorpresa en los semblantes.

- ¿Por qué se llevó esa llave? No entiendo. – comenzó aturdido Damian- esa llave solo le permitió a San Pedro abrir el Cielo para ascender y hacerse cargo de él. Ahora esa llave no tiene ningún valor, más que el de cualquier reliquia de la historia.

Las alas de AureaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora