Capitulo 18.

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–Larisa ¿Quieres casarte conmigo?- me dijo hincándose y la gente nos empezó a ver. –Yo...- pensé muy nerviosa.

-¡Sí!- le dije con lágrimas en mi ojos, el me miro y en su cara solo mostro felicidad, emoción y entusiasmo. –Sí, sí, sí, ¡siii!- se dijo y se paró, tomo el anillo y me lo puso en el dedo anular de mi mano izquierda. Me sentí tan emocionada. -¡No!- dijo una mujer y los dos volteamos. –Mierda...- dijo Kalet.

Eran los padres de Kalet con aproximadamente 10 guardaespaldas. –Ven, mi amor- le dijo la mujer a Kalet, el me tomo de la mano y se llevó la carriola con la otra. Pero los guardaespaldas nos rodearon sin dejarnos paso. Se acercaron más y más hasta dejarnos apretados. Liam comenzó a llorar y yo lo cargue sin dejar de ver a los guardaespaldas.

-Vámonos muchachos- dijo el padre de Kalet, los guardaespaldas nos arrastraron hasta un pequeño negocio. Había solo una silla en el "negocio" me pusieron en la silla y me quitaron a Liam. –No, esperen. No me lo quiten, no lo lastimen. Se los suplico- les dije suplicando viendo como uno de los guardias se lo llevaba. –Te dimos una oportunidad y la arruinaste- me dijo el padre de Kalet. -¡Paren! Ya basta- les gritaba Kalet mientras unos guardaespaldas le llevaban a una habitación con un vidrio en medio. Me amarraron muy fuerte, tanto que me raspo. -¿Qué quieren de mí?- les dije ya muy cansada de esta situación. –Que desaparezcas de la vida de mi hijo, solo quieres sacarle dinero. Tu no lo amas, tu solo vez por ti, zorra- me dijo la madre de Kalet. –No me cuentes tu vida- le dije viendo como me aventó al suelo aun amarrada a la silla. Me golpeo por una hora y después se fue junto con todos los guardaespaldas y el padre de Kalet.

-¡Larisa!- escuchaba a lo lejos, estaban tan mareada, con un fuerte dolor de cabeza y un asco horrible. -¡Larisa!- me gritaba Kalet. –Kalet...- le dije en casi un sususrro, me dolia tanto el cuerpo que no podía hablar. Me desmaye mientras oia a Kalet gritar mi nombre y el llanto de mi bebe. Desperte y estaba igual, me levante como pude, ya no habían gritos, ya no había llanto pero si el dolor de todo mi cuerpo. -¡Kalet!- grite para saber si aun estaba allí. -¡Larisa!- me respondio Kalet.

Comenzo a romper la puerta y lo logro, tenia a Liam en sus brazos y fue hasta a mi, yo seguía en el sucio piso de puro cemento que me raspaba el brazo derecho. –Tenemos que irnos, Larisa- me dijo Kalet levantándome e intentando desatarme. Estaba demasiado débil pero daba todo de mi. Kalet me desato con dificultad. –¿Ahora como salimos de aquí?- le pregunte, pero el solo me miro alarmado. Escuchamos ruidos, como si abrieran un candado. –Esconde tu celular entre esas cajas y déjalo grabando- le dije señalando unas cajas de carton vacias en la esquina del pequeño cuarto. El hizo lo que le pedi y se sento al lado mio. Abieron el porton y allí estaban de nuevo los padres de Kalet, mandaron a los guardaespaldas contra Kalet, lo pusieron contra la pared junto con mi bebe que estaba llorando.

-Ya no le hagan nada, por favor- suplico Kalet. Pero no lo escucharon, la madre se acerco a mi, me tiro de un boleto de avión en la cara. –Te vas- me dijo ella. –No, no quiero. Ahora soy la prometida de su hijo. No puedo irme- le dije viéndola a la cara con toda la paciencia que podía tener. –Callate, zorra- me dijo el padre de Kalet que estaba parado al lado de su esposa. –Ustedes se casaron, son muy felices, tuvieron un muy buen hijo que los amo con todo su ser. ¿Por qué no desearle lo mejor a el y a la persona que ama?- le dije viéndola con lagrimas en los ojos. –Tienes razón...- me dijo la madre de Kalet mientras se acercaba a mi, se detuvo, se agacho para mirarme cara a cara. –Por eso quiero que desaparezcas- me dijo y se fue hacia donde estaba riendo. –¡Ustedes nunca me dieron lo que ella me da!- le grito Kalet a sus padres. -¿Qué? ¿asco?- le dijo el padre de Kalet y su madre comenzó a reir. –Amor y cariño- les dijo Kalet y su madre dejo de reir.

~A deuda contigo~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora