~A deuda contigo~

Capitulo 22.

-¡¿Dónde está Larisa?!- le gritaba a mis padres cuando llegamos, ellos me ignoraban. Pase una semana sin salir de mi nueva habitación. Cada vez que hablaba de Larisa mis padres se molestaban mucho. Deje el tema, para que por fin sacaran a ese gorila de guardaespaldas de mi cuarto, lo cual no lo hicieron. Les pedí una computadora ya que celular no me dejaban. Comencé a programar una aplicación tipo mensajes. "¡¿Cómo le hago para que Larisa pueda ver mis mensajes?!" pensé desesperándome. –Chico...- me susurro el gorila. -¿Qué?- le dije sin ningún interés de hablar con él. –Estoy de tu lado... Baja a ver las noticias, ya que hay muchas de tus padres...- me dijo aun en susurros. Sinceramente no me lo esperaba. "Tal vez tenga razón... o tal vez sea una broma" pensé. Hice caso a gorila y baje a las 7 del día... no se ni que día es...a la gran sala que había, prendí la televisión y gorila me susurro. -7- y yo fui hasta el canal 7, comenzaron las noticias y subí el volumen. "¿Por qué me ayuda?" me pregunte a mí mismo.

Ya me estaba hartando de todas las noticas que no hablaban acerca de mis estúpidos padres. Pero ya cuando iba a apagarla sonó mi apellido. *EN OTRAS NOTICIAS. EL DEPORTISTA KALET SAUREGUI SUBIÓ UN VIDEO AYER DE COMO SUS PADRES GOLPEABAN Y AMENAZABAN A SU PROMETIDA, DE ESTA FORMA LOS SAUREGUI, LOS FAMOSOS ACTORES, ESTÁN SIENDO BUSCADOS POR LA POLICÍA. AQUÍ EL VIDEO* pusieron el video, se veía como amenazaban y golpeaban a Larisa, fue horrible revivir esos momentos. No mostraron todo ya que era muy brutal. "Ganamos" pensé. Cuando vi a mis padres atrás de una pared observando como los estaban buscando, estaban aterrorizados. -¡Kalet, a tu habitación!- me grito mi madre aun viendo la televisión. Yo subí con gorila detrás mío hasta mi cuarto, cerré con llave. -¿Por qué me ayudas?- le pregunte –Mi hija... Iba a casarse, pero yo estaba totalmente en desacuerdo, me puse histérico y golpeaba a su novio. Ella entro en depresión por lo que yo hacía. La encontré tirada en el suelo de su habitación con las muñecas cortadas... Después de 2 años que han pasado, ella sigue en coma y todo por mi culpa...- me dijo llorando y agarrándose fuertemente las manos. –Ayudare a tu hija y a ti si me sigues ayudando- le dije animándolo con unas palmadas en el hombro.

El saco su pequeño celular. –Llamare a la policía- me dijo, pero yo tome su celular. –Tú no debes de tener la culpa, yo llamare. Si la policía llega manda a cerrar las puertas de toda la casa y si te preguntan me escuchaste hablando en el baño pero no te deje entrar. Es momento de actuar, gorila- le dije y el asintió. Me dio la dirección de la casa en donde estábamos. Fui hasta el baño y abrí la llave de la regadera, gorila estaba afuera haciendo guardia. Llame a la policía, no tardaron en llegar, gorila hizo que se cerraran todas las puertas menos la principal, donde la policía ya estaba entrando. Apresaron a mis padres y antes de que se fueran dieron un último vistazo, me pare en la escalera y gire el celular de gorila para que lo vieran. -¡TUUUU!- grito mi madre mirándome como si fueran el mismo infierno sus ojos. –Púdrete en la cárcel, madre- le dije enfadado.

La policía me dejo en la casa y me dijo que me verían con mi prometida en un juzgado dentro de una semana. "¡Larisa!" pensé y salí corriendo. -¡Hey! Chico- me grito gorila desde la casa en donde había estado. – ¡Te llamare pronto, gorila. Tú no te preocupes!- le dije sin dejar de correr.

Fui hasta el departamento de Larisa y vi que la puerta estaba abierta, pase y vi a un Ramón drogándose en la sala de mi prometida. Cuando me vio se paralizo. -¿A quién esperabas?- le dije acercándome a el cada vez más y más enojado. –Nadie... yo solo venia de paso...- me dijo nervioso el drogadicto. -¿Quién te abrió? Tu solito ¿verdad?- le dije levantándolo del cuello. –Eh... estaba abierta...- me dijo poniéndose pálido. –Ella nunca deja la puerta abierta imbécil- lo tire al piso y comencé a golpearlo hasta que se desmayó. Lo puse en los grandes botes de basura del edificio. –Puse la basura en su lugar, maldito enfermo imbécil- le dije cerrando el gran bote. Subí y puse toda la ropa de Larisa y de Liam en unas maletas, tome lo importante y lo subí a un taxi. Fui hasta mi departamento y allí lo deje.

Volví a el departamento de Larisa, pero no ingrese al departamento. Me quede en las escaleras. "Por favor, vuelve. Ya somos libres..." me dije a mi mismo deseado con todo lo que tengo que volviera.